Cuando el anfitrión, Carlos Quintana, se enteró que Espinoza estaba llegando y que lo hacía en helicóptero empezó a mirar el cielo guiado por el ruido de las hélices. Caminó entre las piletas del camping escoltado por tres hombres de seguridad y le empezó a hacer señales a la aeronave, que ya buscaba el lugar para aterrizar.
Cual empleado de aeropuerto, el sindicalista daba señales para que el helicóptero aterrice en las canchas de fútbol que estaban cercadas con alambre para evitar así que los militantes demoren la llegada del intendente de La Matanza hasta el acto. Pero el piloto bajó en el primer llano que encontró en el camping.
“Me querías hacer aterrizar en las piletas para ahogarme” le bromeó el matancero ya sobre tierra a Quintana. El sindicalista le explicaba que quería que bajara más cerca del quincho de recepción de autoridades.
Pero el presidente del PJ, seguía de buen humor y le decía al anfitrión. “Qué querés, es la primera vez que viajo en un bicho así”. Luego Espinoza empezó a recorrer el camping, posó para la foto formal, dialogó con la presa y emprendió hasta el SUM principal del camping para arrancar el acto. El salón ya estaba colmado y el helicóptero emprendía el regreso sin el matancero.
Fernando Espinoza llegó al camping de UPCN apenas pasadas las 18, a la hora acordada. Fue el último en arribar. Antes lo habían hecho los intendentes de Berisso, Enrique Slezack; La Plata, Pablo Bruera; Cañuelas, Gustavo Arrieta; San Vicente, Daniel Di Sabatino; Moreno, Mariano West; y Roque Pérez, Juan Carlos Gasparini. El Secretario General de UPCN, Carlos Quintana, estaba desde temprano recorriendo el plenario.