Sergio Urribarri demuestra cada día que su precandidatura es una de las más débiles en el oficialismo. Como describió Letra P, a casi nadie en el Frente para la Victoria (FpV) enamora la estrategia que lo lleva a pasearse por Capital Federal y el conurbano bonaerense. Es que su propia tierra, que se había transformando en una fortaleza para el kirchnerismo duro –hecho que lo motivó a lanzar el Sueño Entrerriano– dejó de tener esa mística infranqueable.
Desde que los gremios más importantes le abrieron las puertas a Oscar Cuartango, en la capital entrerriana los ánimos comenzaron a ponerse tensos, sobre todo en las últimas horas con la visita del Secretario de Derechos Humanos que tiene Daniel Scioli.
“Va a continuar el actual proyecto, del cual es fundador junto a Néstor Kirchner”, admitió “Kibo” Carlotto, quien no dudó en anticipar una victoria del ex motonauta, según le dijo al diario Uno de esa provincia a minutos de dar una charla. Luego de deshacerse en elogios, y sin querer, puso en duda al modelo urribarrista luego de ser recibido en la sede de SEDAPPER.
Internas que duelen
Casi sin trascendencia, Guido Ignacio Montoya Carlotto, el nieto de Estela de Carlotto, estuvo tocando unos días antes en Paraná y fue saludado por uno de los ministros más importantes de la gestión. Adán Humberto Bhal, titular de las carteras de Gobierno y Justicia, no dudó un segundo en sacarse una foto con el joven artista.
Según cuentan, Bhal fue hasta donde estaba Ignacio Guido y mantuvo una cordial charla. Tal fue la sintonía, que desde su cuenta de twitter, publicó fotografías de un asado en su propia casa. “Asado en casa con @ignacioguidomc, el Negro Aguirre y Luis Gorelik. La música nos une”, redactó.
El silencio de la mayoría de los medios, como explican algunos allegados, se debe a la mala relación que existe entre Bahl y el Ministro de Cultura y Comunicación del Gobierno de Entre Ríos, Pedro Báez. Las versiones indican que por LT14, la radio pública, circuló la orden de no dar cuenta de la visita para ensayar con la Orquesta Sinfónica de Entre Ríos, con la que participará en un evento a fines de noviembre.
Lo cierto es que ambas visitas, como hace en sucesivas oportunidades el Pato por tierra de la Ola Naranja, muestran debilidades del armado que comienza a exponer el quiebre definitivo de una aventura con inicio prometedor y un final (casi) anunciado.