El senador nacional Miguel Pichetto envió en los últimos días, y con un solo movimiento, varios mensajes políticos hacia el interior de Río Negro. El primero fue de fuerza: llevó al gobernador Daniel Scioli y a una amplia lista de legisladores del Frente para la Victoria (FPV) a su provincia, para respaldar su precandidatura a gobernador. Otros dos tenían por destinatarios a sus dos principales competidores en esa carrera. Al actual mandatario, Alberto Weretilneck, le exigió que reglamente las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) para los comicios del año próximo; a Martín Soria lo invitó sin nombrarlo a integrar su fórmula, lo que a su vez le sacaría un rival de fuste en la interna kirchnerista.
El pasado viernes, en Bariloche, Pichetto consiguió la foto que buscaba. Sentados en fila, y con el jefe de los senadores del FPV en el centro, aparecen Soria, Scioli, su compañera de bancada y mano derecha en el Senado, Silvina García Larraburu, y la intendenta y anfitriona, María Eugenia Martini. Pero se llevó algo más importante aún: si hasta aquí había sido Pichetto el que no escondió su preferencia por el ex motonauta a la hora de elegir un candidato a presidente alineado con el oficialismo para 2015, ahora le llegó el turno a Scioli de devolver el centro. Y lo hizo: “apoyo y respaldo su trabajo territorial, que lo afirma como candidato y próximo gobernador de Río Negro”.
En el pichettismo avaluaron que con la jugada en Bariloche el senador hizo una demostración de poder a nivel local, demostrando su influencia a nivel nacional. Pero que lo más potente fue el apoyo que dejó Scioli antes de abandonar la provincia, algo “muy importante” para el peronismo rionegrino.
¿Compañero o rival?
En ese mismo acto le preguntaron a Soria, hijo del fallecido ex gobernador y ex jefe de la SIDE Carlos Soria, qué opinaba del apoyo que Scioli había dado a la candidatura a gobernador de Pichetto. Pícaro, el intendente de General Roca respondió: “Primero tiene que ganar las PASO”.
En el entorno de Pichetto reconocen en Soria como parte del armado kirchnerista en Río Negro. Sobre sus aspiraciones a la Gobernación, se mueven con cautela: creen que sus declaraciones son sinuosas y que, si bien siempre coquetea con la idea de competir en 2015, nunca lo termina de ratificar.
Por las dudas, Pichetto se guarda una carta: sumar a Soria como compañero de fórmula. Y no deja de enviar señales en la misma dirección. Una, ya añeja, es que siempre insiste en que de llegar al máximo cargo provincial, sólo se quedaría por un período. Algo que al joven Soria le aseguraría un alineamiento del pichettismo en 2019. La otra, es la jugada del “Valle”.
En el mismo acto de Bariloche, Pichetto sugirió que una buena estrategia para elegir a su candidato a vicegobernador es “tener un equilibrio con el Alto Valle, o eventualmente con una gran ciudad que podría ser Bariloche”. Río Negro se divide en tres grandes regiones: la Atlántica, con Viedma a la cabeza, donde se reúnen las principales instituciones; la Andina, que agrupa detrás de Bariloche su potencial turístico; y el Alto Valle, donde se desarrolla toda la producción frutihortícola.
Pichetto rápidamente advirtió que Bariloche ya “tiene una representación institucional fuerte en el Senado”, con García Larraburu. Así puso todos los cañones en completar la fórmula con un dirigente que represente al Alto Valle. En esa región hay dos grandes ciudades. Una es Cipoletti. La otra es General Roca, cuyo intendente es Martín Soria.
Paso a paso
El otro punto que resta definir en Río Negro es si en las elecciones 2015 se competirá o no con sistema de primarias. Las PASO ya fueron aprobadas por la Legislatura, pero el gobernador Weretilneck sigue sin reglamentarlas.
“Estamos esperando que el Gobierno fije un cronograma, que tengamos reglas claras de juego, que el gobernador cumpla con la Ley de las PASO, que la reglamente y fije la fecha de elecciones de las PASO, y de las generales”, reclamó Pichetto. Pero desde la Gobernación aún no dieron señales.
En el peronismo rionegrino no son pocos los que especulan con que Weretilneck apuesta a posponer el uso de las PASO hasta las legislativas 2017. “Las PASO podrían aglutinar a todo el FPV y unificar a la fuerza propia”, afirman en el peronismo rionegrino.
Es que el gobernador, proveniente del Frente Grande, sin estructura propia y con un cargo heredado (asumió como vicegobernador de Carlos Soria, asesinado por su esposa Susana Freydoz el 1 de enero de 2012, a los pocos días de tomar su cargo), busca cobijo para seguir en el poder. Esa frazada es el Frente Renovador, pero su salto al massismo no termina de confirmarse.