Romano, detenido en Chile luego de profugarse de la Justicia argentina y acusado de haber participado en más de 100 delitos contra la humanidad, arribó a las 23:51 a la estación aérea internacional Francisco Gabrielli, ubicada en Las Heras, acompañado por dos agentes de Interpol.
El miércoles por la tarde, efectivos de la misma Fuerza llegaron hasta la residencia de Romano en Reñaca, Viña del Mar, para trasladarlo hasta el cuartel Independencia de la Policía de Investigaciones (PDI) en Santiago, luego de lo cual fue sometido a exámenes médicos de rutina para cumplir el vuelo.
Horas más tarde, los oficiales de la PDI llevaron al ex magistrado hasta el Aeropuerto Internacional Arturo Merino Benítez para entregarlo a los agentes de Interpol Argentina, en cumplimiento a la orden dictada por el juez de la Corte Suprema, Sergio Muñoz, quien accedió a la solicitud de extradición del estado argentino.
El ex camarista federal se fugó a Chile tras ser destituido en 2011 por el Consejo de la Magistratura por amparar delitos de lesa humanidad durante la última dictadura y permaneció allí prófugo hasta que fue encontrado: a partir de ese momento logró permanecer Chile bajo la figura de “arraigo” y con detención domiciliaria nocturna.
Romano se encuentra acusado de haber sido partícipe primario en 103 delitos de lesa humanidad, al no haber investigado denuncias por torturas, secuestros y desapariciones cometidas entre 1975 y 1983, cuando se desempeñaba como fiscal federal.
En noviembre comenzará un nuevo en los Tribunales Federales de Mendoza por delitos de lesa humanidad: durante ese proceso Romano será juzgado por 34 delitos de privación ilegítima de la libertad con desaparición de personas, otros 26 casos de privación ilegítima, 36 hechos de tortura, allanamiento ilegal y denegación de justicia.