La crónica policial es breve y concisa…
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La crónica policial es breve y concisa…
“…Diez personas, entre ellos dos funcionarios y un médico del Instituto de Obra Médico Asistencial (IOMA) fueron detenidos ayer por una causa que investiga una millonaria defraudación con medicamentos oncológicos de la que eran víctimas pacientes afiliados a la obra social del Estado bonaerense… La organización, integrada por funcionarios de IOMA, empresarios y farmacéuticos habría estafado en más de dos millones de pesos a la obra social con la falsificación de tratamientos oncológicos y la sobrefacturación de medicamentos. Además de la sobrefacturación se investiga si los imputados falsificaban historias clínicas de afiliados que no padecían ninguna patología y eran elegidos al azar para que la obra social comprara los medicamentos que luego eran vendidos en el circuito comercial…”.
Nada de radiotrasmisores sofisticados, ni túneles cavados durante meses, ni siquiera capuchas, ni pelucas, ni barbas postizas como figuran en las películas de bandidos… estos bandidos de la vida real son ritualistas de prácticas carentes de toda inventiva, porque otros prepararon un inmenso festín al que hay lista de invitados pero no te la piden en la puerta… porque la “mordida” alcanza para muchos…
Una institución pública financiada ÍNTEGRAMENTE (8.100 millones año) por los sueldos de los trabajadores del Estado provincial, pero donde los trabajadores no podemos elegir por métodos que se enseñan en la escuela primaria, tales como el voto directo y secreto. Por el contrario, la gobiernan camarillas que arman los poderes de turno, gobierno prestadores corporaciones industrias y gremios amarillos.
Una mega estructura administrativa vaciada de todo mecanismo de control y de supervisión pública y social, donde el flujo de dinero se “habilita” y direcciona a través de oficinas claves cuyas lapiceras valen millones. Una autoridad (su Presidente) que al mejor estilo menemista pone cara de oso, se muestra sorprendido, y jura y perjura la máxima colaboración con la justicia.
Privatizaciones, tercerizaciones y convenios que se meten en los procesos de decisión, asegurando que el resultado sea el deseado.
Un renglón de gasto, en este caso “MEDICAMENTOS”, que es uno de los más onerosos del Instituto y de todo el sistema de salud argentino, es el plato central. Probablemente uno de los grifos más generosamente abiertos de gasto en la política pública argentina (casi el doble que en otros países) permanece intacto, mientras se ajustan y cierran otras prestaciones.
Un calco, una matriz, un sistema montada en épocas de privatizaciones y desregulaciones y que no se quiere desmontar.
Póngale usted mismo contexto y personajes y arme distintos modelos: puede ser el PAMI, la Administración de Prestaciones Especiales (APE) o el IOMA; puede ser Zanola o Pergiacómi; puede ser La Scaleia o Alderete; puede ser La Bancaria o UPCN…
Pagos a beneficiarios fallecidos, prestaciones por bienes y servicios cobrados pero no recibidos por los afiliados, pagos a personas que no figuran en padrones de la seguridad social, troqueles y facturas “truchas”, efectores no autorizados, medicamentos no aprobados, son alguna de las modalidades.
Nada de radiotrasmisores sofisticados, ni túneles cavados durante meses, ni siquiera capuchas ni pelucas ni barbas postizas como figuran en las películas de bandidos… de aquellos bandidos de oficio… estos bandidos, los hijos de las privatizaciones y del desguace del Estado la tienen más fácil, como se dice en el barrio, “… la tienen servida…!”.
(*) Secretario de Relaciones Internacionales de la CTA. Primer Candidato a Diputado Provincial por PODEMOS.