A poco más de 22 años del hecho, el ex policía es acusado de un delito menor: “privación ilegal de la libertad”. El mismo, tiene como pena máxima seis años de prisión, ya que nunca se le imputaron las “torturas seguidas de muerte” que para la familia sufrió el muchacho que en 1991 tenía 17 años.
El juicio estará precedido de un acto y movilización organizados por la Coordinadora contra la Represión Policial (CORREPI).
Según la abogada de la familia, el juicio sirve “para exponer cómo funcionaba en 1991, y cómo sigue funcionando hoy, el sistema de detenciones arbitrarias en el país, que es el antecedente de centenares de muertes en comisarías”.
Las audiencias se realizarán el 24, 26 y 30 de septiembre y el 2, 3 y 8 de octubre; el 10 tendrán lugar los alegatos de la querella, el 15 de la fiscalía y el 17 de la defensa; luego, el tribunal fijará la fecha del veredicto.
El 19 de abril de 1991, Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota brindaba uno de sus shows en el estadio Obras Sanitarias cuando en las inmediaciones, a la altura de las canchas de hockey, Bulacio y otras personas fueron detenidas por orden de Espósito, quien comandaba el operativo de seguridad.
Sin labrar ningún acta ni comunicarlo a un juez, el joven fue privado de su libertad y subido a un colectivo de la línea 151, que lo trasladó a la Comisaría 35°. Allí permaneció alojado hasta las 10 de la mañana del día siguiente, cuando se descompuso –paralizándosele una parte del cuerpo y perdiendo el equilibrio–, por lo que se decidió su traslado, sin dejar constancia de ello, al Hospital Pirovano.
Las primeras actuaciones policiales datan recién del 21 de abril, cuando un oficial de la Comisaría 7° asiste al Sanatorio Mitre y el médico de guardia le informa que Bulacio presentaba un cuadro de traumatismo de cráneo y hematoma cerebral que lo había dejado en coma y que había sido trasladado, alrededor del mediodía, desde la Comisaría N°35.
La mayoría de los testigos –entre los que se cuentan autoridades del Club Obras Sanitarias, comerciantes de la zona, policías y jóvenes detenidos en el recital– que declararon en el expediente, concordaron que Espósito estaba a cargo del operativo, por el cual se detuvo a setenta y tres personas, de modo arbitrario.