Las PASO dejaron un panorama conflictivo que demandó soluciones de peso en el kirchnerismo. Poco tiempo después de que el Frente Renovador se regodeara con el triunfo, desde la cabeza del armado oficial se decidió dar un giro sustancial al tratar prioridades que supieron llamarse “electoralistas” como la suba del mínimo no imponible. Con esa propuesta, que formaba parte de las banderas que levantó el massismo para sacarle votos al oficialismo y terminó de escudo para octubre, se abre un nuevo desafío que intenta acortar la diferencia de cinco puntos que supo obtener Sergio Massa.
Esa ventaja, que tanto ruido y problemas les trajo a varios referentes del kirchnerismo, se logró gracias a las capacidades de ciertos armadores que dejaron todo para que el mandatario de Tigre se lleve buenos números en lugares donde la Rosada siempre consigue victorias resonantes. Pero esta vez en Antamaz las cosas reflejaron que, en cierta forma, algo se le escapó a Fernando Espinoza.
A pesar de que (a nivel local) llegó a un buen porcentaje, y que el massismo, segundo en la general, acarició los 29 puntos, lo que le pasó al jefe comunal marca un antes y un después en su gestión. El culpable de que eso suceda es un ex aliado del kirchernismo: Julio Rubén Ledesma, más conocido como el “Negro”.
Ledesma, quien es diputado nacional y referente del Sindicato de Empleados de Comercio, fue el referente de Néstor Kirchner cuando inició su campaña a Presidente y, como necesitaba alguien para comenzar a gestar un triunfo en esa zona de la tercera, se convirtió en principal armador político del flaco. Pero la interna en el Municipio más popular de la Provincia no le permitió subsistir ante la figura de Alberto Balestrini, que lo empezó a alejar de los primeros planos a los que regresó en las elecciones de medio término.
Con la llegada de Massa, el “Negro” regresó con todo para jugar a favor del mandatario de la 1ª sección electoral. Así, con una buena maniobra, le dejó un hierro caliente a su adversario, que se entretiene con cuestiones dentro de su propio partido.
El titular del ejecutivo en La Matanza vive una situación más que especial con la interna que disputa con Verónica María Magario, quien es la actual Presidenta del Concejo Deliberante y tercera candidata a diputada nacional detrás de Martín Insaurralde y Juliana Di Tullio. Sin dudar una acción concreta para sumar respaldo, fue candidato testimonial a primer concejal, sobre alguien con quien también mantiene una tirante relación con María del Carmen Cardo (fue segunda en la lista), la esposa del ex vicegobernador.
En este panorama, Ledesma primereó a los fiscales del jefe comunal dejando en cero los votos del Frente Para la Victoria, como pudo constatar Letra P, en más de 20 mesas, que se reflejan en los casos de la número 753 del circuito 629 B, la 1170 del circuito 631 D, 635 y 620 del circuito 629 A, la 512 del circuito 629; 603, 716, 761 del circuito 629 B; las 799, 801, 832, 835 del 630; 879 y 927 del circuito 631; la 1035 del 631 A, 1140 del circuito 631 C y la 1274 del circuito 632.
Ahora, con la avivada del armador que trabaja con Mauricio Macri pero juega para Massa en ese acuerdo tácito, que terminó por los anuncios del Jefe Porteño en el raíd mediático del fin de semana, Espinoza deberá convencer a sus fiscales que llegó el tiempo de dejar todo por la victoria y que nadie, con simples vivezas, les condicione el triunfo.