“Los reclamos mínimos que exigimos ahora para levantar la toma es que desde el gobierno de la ciudad nos aseguren que se van a mantener las horas de historia y geografía, que desde el Consejo Federal de Educación nos garanticen las orientaciones en pedagogía y físico-matemática, y que nos aseguren la validez nacional del título del Lenguas Vivas”, le dijo a La Nación Nicolás Orellana, del centro de estudiantes del Mariano Acosta.
Los cambios planteados por la reforma marcan la pérdida de varias orientaciones, una supuesta pérdida de horas cátedra dedicadas a las materias de historia y geografía en 4° y 5° año, y la falta de reconocimiento a nivel nacional del título que otorgan los secundarios del Lenguas Vivas.
Las escuelas que no hayan llegado a adaptarse a los cambios curriculares previstos tendrán tiempo hasta 2015 para adherirse al programa. Éste es el camino adoptado tanto por el Mariano Acosta como el Normal N° 1.
La toma coincide con la semana en que se conmemora La Noche de los Lápices y el Día del Estudiante, una semana que hace ya varios años que viene acompañada de una marcada militancia estudiantil.
“Entendemos que esta reforma puede ser positiva para algunas escuelas en otras provincias, que ahora tendrán la obligación de ofrecer más orientaciones. Pero no tuvieron en cuenta la situación de muchos secundarios de la Capital, donde esto implica un deterioro en el nivel educativo, ya que nosotros en vez de sumar orientaciones nuevas las perdernos”, afirmó Agustina Urquiola, del centro de estudiantes de de la Escuela Normal N° 1.
Por su parte, el rector del Nacional Buenos Aires, Gustavo Zorzoli, reconoció la toma de 40 estudiantes, a los que vinculó con el Partido Obrero, y dijo que pasó la noche en la institución, aunque no está de rehén, como informaron varios medios.
En diálogo con Radio Mitre, Zorzoli contó que “hay unos 40 chicos, esencialmente de una agrupación que aquí tiene el nombre de Oktubre, que responde al Partido Obrero. Que tiene una directiva clara de tomar no solamente en el colegio sino en otras escuelas de la ciudad”.
“No soy rehén, me quedé por voluntad propia”, dijo Zorzoli, desmintiendo los rumores que indicaban que el rector no había podido dejar el colegio contra su voluntad.
Con respecto a la situación particular del Nacional Buenos Aires, remarcó que el cambio curricular no los afecta. “Nosotros dependemos de la Universidad de Buenos Aires y en ese aspecto somos autónomos. Por lo tanto los planteos ni de la Nación ni de la Ciudad nos impactan. Para nada. El reclamo de los otros estudiantes no tiene ninguna injerencia en nuestro colegio. Pero ellos plantean la solidaridad con las otras escuelas. Yo no puedo hacer nada si la Ciudad o la Nación deciden implementar un plan de estudios diferente”.