“El objetivo que nos proponemos es tratar de meter diputados en el Congreso y la Legislatura. Si llegamos o no dependerá no sólo de lo que hagamos sino de las condiciones más generales. Creo que no es un objetivo que no nos podamos plantear, ya que estuvimos muy cerca del diputado nacional en Provincia y en ciudad de Buenos Aires”, se esperanzó Castillo, definiendo además que “las bancas, para nosotros, son medios para ponerlos al servicio de la organización y movilización de los trabajadores”.
Entre medio de tanta disputa mediática que evidencia las distintas internas del oficialismo y la oposición, detrás de eso aparece el Frente de Izquierda, “para diferenciarnos tanto de las variantes peronistas como de las parecidas a la Alianza, con Stolbizer y Alfonsín. Planteamos una serie de demandas anticapitalistas y reivindicaciones que no se escuchan en la boca del resto de los candidatos”, según Castillo.
Y esas propuestas “son las que tienen que ver con las condiciones de vida del pueblo trabajador, empezando por la denuncia del trabajo precario, que casi nadie habla; la lucha contra el impuesto al salario, anulándolo y cobrándole ganancias a los capitalistas, no a los trabajadores; cumplimiento efectivo del 82% de los jubilados; un plan de vivienda popular inmediato que satisfaga las necesidades de la gente; nacionalización de los ferrocarriles bajo gestión de los trabajadores, lo mismo con el petróleo y el gas; que todo funcionario gane lo mismo que un trabajador; la denuncia a la burocracia sindical; y la lucha por el derecho al aborto, legal y gratuito, con una Presidenta que debería garantizar el derecho de las mujeres y en este aspecto es claro que no lo ha hecho, ya que es la principal opositora junto a la iglesia católica y al Papa”.
Los demás candidatos
A la hora de analizar el panorama electoral, el ex candidato a vicepresidente de Jorge Altamira en las últimas elecciones dijo que para estas PASO, “el dato saliente es la disgregación del bloque oficialista con la aparición de Massa, que es un intento de sucesión por derecha del kirchnerismo, más allá de cómo se presente como producto televisivo y marketinero, lo cierto es que lleva en sus listas a hombres de Macri, de la burocracia sindical, a un ex presidente de la Unión Industrial –mentor de la devaluación del 2002, que presiona por una nueva devaluación ahora; autor intelectual de la ley de riegos del trabajo, que es una ley completamente antiobrera que votaron en común macristas y kirchneristas en el Congreso, hombre de la embajada norteamericana-; y del lado del oficialismo un candidato poco conocido en donde la contra que tiene además es que Cristina hace una campaña dice que hay que elegir, pero ella en las últimas semanas ha tomado medidas que creo están provocando un desagrado y desilusión de parte de quienes la votaban por izquierda. Reafirmar a Milani en la jefatura del Ejército, el acuerdo con Chevrón, sostener a Jaime; son hechos que hacen difícil que alguien de izquierda pueda votar a este Gobierno”.
“Esa oferta de la lista oficialista está llena de los punteros locales y en La Plata por ejemplo termina negociando con Bruera, responsable del crimen social con las inundaciones. Esto se repite distrito a distrito, con una disputa del massismo y el kirchnerismo”, agregó.
“Si uno ha visto los spots de esta campaña, las palabras son vacías: sumar, energía, actividad; pero ningún compromiso concreto programático”, analizó, y comparó este panorama con el Frente de Izquierda, que “hace lo contrario: levantamos la lucha contra la precarización laboral, más de la mitad de la clase trabajadora está cobrando 4 mil pesos o menos, es decir que no llega a fin de mes y una parte importante está en negro, estamos denunciando el impuesto al salario para el 30 % que más cobra, que es meterle la mano en los bolsillos a lo que se gana en las paritarias –y se pierde por otro lado-, el 82% móvil para los jubilados, que todo funcionario político cobre lo mismo que un trabajador, y la denuncia al acuerdo con Chevrón, planteando su nulidad y la necesidad de nacionalizar íntegramente el petróleo y el gas para que funcione una empresa administrada y gestionada por sus trabajadores. En el mismo sentido, el problema de la red ferroviaria, con las masacres que tuvimos en Once y Castelar; luchamos por la nacionalización de los trenes que termine con el negocio de los privatizadores y empresas concesionarias. Ese es uno de los puntos fuertes de las propuestas del Frente”.
“Nosotros expresamos un proyecto distinto, posicionados desde la clase trabajadora. Venimos avanzando en la militancia entre los trabajadores y la juventud; estamos ganando comisiones internas con peso creciente de la izquierda clasista en el cuerpo sindical. Estamos dando la batalla en el terreno sindical y ahora queremos hacerlo en el campo político. Nuestras listas están llenas de luchadores antiburocráticos, ferroviarios, y de más. El resto de las listas se pelean para ver quién lleva más burócratas. Esa burocracia sindical es corrupta y llevó por ejemplo al asesinato de Mariano Ferreyra”, continuó Castillo.
Y siguiendo con las críticas a los dirigentes que lideran las encuestas, disparó que “Massa es un producto televisivo que intenta venderse. Su rasgo es mostrarse como alguien que no se pelea con nadie, que gestiona y que no tiene ideología política; pero eso oculta una ideología conservadora de alianza con las patronales y los empresarios. Scioli está haciendo su propio juego, no es muy diferente a Massa, representa a un sector del peronismo conservador aliado a las corporaciones tradicionales, a la iglesia católica, con afinidad a la embajada norteamericana. La diferencia es que Scioli opina que será, desde adentro, el sucesor natural de Cristina. Su apuesta es que en un futuro el núcleo más duro del kircherismo apoye su candidatura a presidente y desplace a Massa como gobernador”.
“La Provincia está totalmente desfinanciada. Tiene los salarios de los docentes y estatales más bajos del país, un sistema de salud catastrófico con carencia de insumos y personal. El déficit de la vivienda es muy fuerte”, analizó y recordó que “el dato de aquel 2 de abril (la inundación en La Plata) fue que Massa estaba en Miami, Alicia Kirchner en París, Rodríguez Larreta en Turquía, Macri en Bahía, Bruera en Río de Janeiro. Toda esa casta de políticos profesionales son ajenos a los intereses del pueblo trabajador; viven y se codean con los empresarios, sus hijos no van a la escuela pública, no utilizan el hospital público ni los ferrocarriles ni el transporte público, y no tienen problema de acceso a la vivienda. Esos políticos profesionales hoy se ponen una camiseta, mañana se ponen otra, y gobiernan directamente para ellos”.
“El kirchnerismo decía que iba a ser distinto; esto ya lo vimos con el menemismo. Yo creo que han recibido otro golpe también cuando se ve la fortuna que tienen. Si bien han respondido a una situación particular en el post 2001, tuvo que hacer gestos para poder ganar legitimidad, tuvo que hacer algunas concesiones al movimiento de masas, y eso le dio un rasgo. Lo importante es decirles a los jóvenes que se han ilusionado con ciertos aspectos del gobierno que no se trata de volverse escépticos ni irse a la derecha, sino al revés: nosotros defendemos una bandera que nunca se fue ni con la Sociedad Rural ni con el gobierno”, destacó, y siguió: “más allá del aparato, creemos que la juventud no come vidrio. Estoy esperando a ir a debates con kirchneristas para ver cómo justifican su enriquecimiento personal, porque sus intelectuales que los han venido justificando, lo último que escribieron fue una suerte de ´roban pero hacen´. Ningún joven puede entusiasmarse con esa perspectiva”.
Por último, respondió a quienes tal vez se sienten identificados con el discurso y las propuestas de izquierda, pero que dudan de su implementación una vez que los dirigentes logren el poder. “Siempre que cuentes con el respaldo de la movilización popular, todas estas propuestas de izquierda se pueden lograr. Obviamente si vos vas a tocar los intereses de los privilegiados, las clases dominantes nunca se dejan tocar el bolsillo. Ahora, vos tenés que construir una fuerza del otro lado que sea capaz de imponérselo. En la calle podemos torcerles la mano al gobierno y a los patrones. Sin lucha no vamos a conseguir las cosas, no somos ingenuos, no decimos que un diputado de izquierda en la Legislatura o el Congreso, con todos los que son, puede cambiar, pero sí un diputado de izquierda juega un papel de esclarecimiento político y favorece la organización y la movilización. Nosotros tenemos en Neuquén a un diputado, que es Raúl Godoy, obrero de Zanón que hace un lío bárbaro allá; todos los que tienen reclamos lo van a ver a él y así es el vocero de todas las demandas populares de la provincia. Queremos amplificar eso en la Legislatura y en el Congreso”.