Dos representantes de asambleas vecinales platenses fueron al Regimiento de Arana con una bandera color negro con letras naranjas, con un claro mensaje en contra del intendente local. La seguridad presidencial les impidió lucirla ya que no era un acto partidario.
Finalmente pudieron ingresar pacíficamente sin la bandera, pero sí con el objetivo de hacerle llegar a la Presidenta su mensaje; se reunieron a un costado con la diputada nacional camporista Mayra Mendoza y le explicaron puntualmente su versión de los hechos.
“Fuimos amedrentados por la patota de Bruera y Control Urbano no nos deja expresarnos”, le dijeron, y detallaron que “no están llegando las cosas ni la ayuda porque los punteros de Bruera se las quedan para ellos”. A pocos centímetros tomaba nota Mariana, asesora de la Presidenta.
“Todo esto llegará adonde tiene que llegar”
Cristina habló en su discurso de la “responsabilidad que tienen los que gobiernan las jurisdicciones”, en un claro mensaje para las autoridades provinciales y municipales.
La mandataria hizo esas declaraciones luego de recorrer el lugar y supervisar todas las donaciones que aún se distribuyen en los distintos puntos de La Plata.
Cabe destacar que tras la tragedia, la figura de Pablo Bruera es principalmente la más apuntada internamente por los gobiernos nacional y provincial.
“Quiero agradecerles a los soldados de mi patria por toda la colaboración, me emociona que hayan salido a ayudar como lo hicieron”, agregó la Presidenta, quien reconoció también a todos los que de alguna manera ayudaron en la asistencia de todos los damnificados por la tragedia.
“Todo esto llegará adonde tiene que llegar”, sentenció.