Las sorpresivas detonaciones en la capital de Massachusetts dejaron un tendal de víctimas sobre el pavimento y desataron escenas caóticas, con nubes de humo y polvo, heridos tirados en el piso y competidores y policías que corrían a socorrerlos.
Las autoridades no dieron detalles sobre la identidad, edad o nacionalidad de las víctimas, pero el diario The Boston Globe y la cadena de noticias CNN afirmaron que uno de los muertos era un chico de 8 años, y que entre los heridos hubo otros niños de entre 2 y 12 años.
El atentado no fue reivindicado y el gobierno dijo que aún se desconocen los motivos y a los autores, aunque CNN y otras cadenas citaron a funcionarios de la Casa Blanca que dijeron “en off” que se trabaja sobre la base de la hipótesis de un “acto terrorista”, especialmente de un ataque islamista radical.
En la Casa Blanca, el presidente Barack Obama prometió que los culpables serán hallados y sentirán “todo el peso de la Justicia”.
Con el recuerdo de los atentados de Al Qaeda a las Torres Gemelas, en 2001, la seguridad se reforzó en sitios sensibles de Nueva York, Los Angeles, San Francisco y otras ciudades de todo el país. En Washington se aumentó la vigilancia cerca de la Casa Blanca y el Capitolio.
La Maratón de Boston es considerada la más antigua del mundo. En esta edición, la 117, participaron unos 27.000 corredores de 96 países, entre ellos 24 argentinos, informó la página web del evento. Es uno de las cinco más importantes del calendario anual, junto con el de Londres, que se correrá el domingo próximo.
Alarmada por la noticia, la policía de Londres dijo hoy que hay un plan de seguridad en marcha para el maratón local pero que “será revisado” en colaboración con los organizadores, a la luz de los eventos en Boston.
Las dos primeras detonaciones ocurrieron casi simultáneamente con una distancia de unos 100 metros entre sí, mutilando miembros de varias personas, haciendo caer a espectadores y a corredores, rompiendo ventanales y creando una gran nube de humo y polvo.
Los estallidos se registraron a las 15 (las 16 en Argentina), unas dos horas después de que los ganadores hubieran cruzado la meta, en la parte norte de la calle Boylstone, a la altura del Hotel Fairmount Copley, donde estaba armada la línea de llegada.
El jefe de la policía de Boston, Edward Davis, dijo que tres personas murieron por las detonaciones, pero no dio más detalles.
Fuentes médicas citadas por CNN informaron de más de 134 heridos, entre ellos 17 en estado “crítico” y 25 en condiciones “serias”.
El comisario Davis dijo que ninguna persona fue arrestada en relación con los ataques. Explicó que varias personas fueron interrogadas pero ninguna quedó demorada.
En línea con la alarma nacional, la Administración Federal de Aviación prohibió todos los vuelos a baja altura en un radio de unos seis kilómetros desde el sitio de las explosiones.