Sus primeras palabras las dijo en contacto con la prensa minutos antes del mediodía en el Palacio de Hacienda en una estrategia igual a la del chaqueño, ahora jefe de Gabinete.
La inflación fue el primer tema del que fue abordado el nuevo ministro. “Estamos trabajando con acuerdos de precios”, dijo y sostuvo que “las preocupaciones de la gente son las nuestras”.
Además, agregó que lo importante es lograr consistencia “entre lo monetario y lo cambiario” y que llevarán adelante un programa “de metas” para mejorar la calidad de vida de los argentinos.
Del mismo modo, aseguró que no habrá “cambios bruscos” y que hay “muchas medidas válidas” para regular la cuestión cambiaria, al tiempo que aclaró que no harán “ningún anuncio”.
“Vamos a trabajar muy fuerte en la productividad, en la competitividad y en el ingreso a los mercados mundiales en un contexto bastante agitado en todo el mundo”, indicó Kicillof. “Lo que tenemos que hacer es generar mayor oferta de dólares y con respecto a la demanda ver cuál es el uso que se le da a esos dólares”, añadió.
“No se va a hacer nada que perjudique a los trabajadores ni a los empresarios, porque este modelo busca que las empresas tengan buenos resultados”, enfatizó.