El trabajo comenzó días después de la tormenta. Se relevaron casi 3500 viviendas de 27 barrios afectados, entre La Plata, Berisso y Ensenada. Trabajaron 1500 personas y a pesar de haber solicitado la colaboración de los gobiernos, terminaron siendo ignorados. “Cuando hay que tomar decisiones que tocan intereses aparece la codicia”, dijo entre lágrimas Rivero, que aclaró más de una vez que el gobierno “dio un paso al costado”. “No es tiempo de molestar a la gente haciendo encuestitas”, les respondieron.
Mientras la voz oficial sigue sosteniendo que lo del 2 de abril fue un fenómeno extraordinario, los realizadores de este informe hablan de una “falta de valentía”, negando que se trate únicamente de una catástrofe natural. “La inundación puso de relieve que estamos en manos de gente que no ha asumido la responsabilidad”, sentenciaron, calificando además el accionar del Estado como “una desorganización total, que no supieron cómo prevenir ni cuidar a la gente”.
En sí, el relevamiento surgió de la necesidad de contribuir, con información confiable, al conocimiento de las causas y daños producidos en los barrios afectados por la inundación. Al mismo tiempo da cuenta de las características y alcances de las respuestas brindadas por el Estado y describe acciones colectivas desplegadas por las organizaciones sociales y políticas, además de las tareas asumidas por los vecinos ante la catástrofe social. “Muchos barrios hasta hoy no han recibido ningún tipo de asistencia”, fue una de las conclusiones más tristes. Así, hicieron hincapié durante toda la jornada en la notoria ausencia del Estado en sus tres niveles, sin distinciones. “Faltaron obras y hubo negligencia porque las distintas gestiones desoyeron los informes técnicos e hídricos que se realizaron con anterioridad al 2 de abril”, agregaron.
“El 96% de las respuestas durante y en las semanas posteriores al temporal las dio la sociedad civil: vecinos, centros vecinales y culturales, grupos que tienen trabajo barrial u organizaciones sociales”, expusieron. En el 28,5% de las viviendas, el agua alcanzó hasta 0,50 mts; en el 34,55%, desde 0,60 mts a 1 mts; en el 23,4% desde 1,10mts a 1,50mts; y en el 11,79%, entre 1,60 a 2 mts.
“En términos sanitarios, no se hizo lo que correspondía en su momento y hoy aparecen problemas vinculados a la salud mental y emocional que no se están trabajando. El sistema de salud no atiende a esas personas con depresión, insomnio y fobias, todos síntomas vinculados al estrés postraumático”, puntualizaron, reiterando además que “la desorganización estatal también se evidenció en la tarea que desarrollaron las fuerzas de seguridad: en lugar de convocar a equipos especializados para efectuar la asistencia social, vino Gendarmería a entregar agua potable y elementos de primera necesidad”.
Previa proyección de videos que mostraban a vecinos de Los Hornos rememorando aquellas escenas de semana santa, en donde el agua ingresó a las casas llevándose todo, también los expositores comentaron testimonios de muchos de los platenses entrevistados, quienes hasta llegaron a decir que cuando llamaron por teléfono a Defensa Civil en el medio de la lluvia, se les respondió que “no se encontraban trabajando porque era feriado”.
Las conclusiones que resumieron en un rápido punteo fueron que se advirtió una “gran presencia totalmente desorganizada del Estado, con un manejo discrecional de los recursos a cargo de los punteros políticos, todo en el marco de una militarización de la asistencia”.
El informe será entregado a cada una de las asambleas barriales en los distintos puntos de la ciudad de La Plata y alrededores y claro, también estará disponible para todo aquel funcionario que quiera leer con precisión qué fue lo que pasó esa noche, producto de un trabajo totalmente desinteresado realizado a pulmón por vecinos que no responden ni tampoco buscan encubrir a nadie, simplemente impulsados por el espíritu solidario y de colaboración para tratar de aportar un granito de arena que ayude a impedir que otra tragedia similar se repita. El mismo espíritu que se hizo presente en la gente la noche del 2 de abril, movilizando a tantos vecinos que se ayudaron unos a otros, sin distinciones, entregándose noblemente sin buscar nada a cambio.
Matías Moscoso
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