La aparición del video filmado por un gendarme en el que se ve la discusión entre Juan Cabandié y efectivos de esa fuerza durante un operativo vial parece tener un ingrediente más: circula por estas horas el rumor de que, su divulgación a 12 días de las elecciones sería producto de una filtración que efectivos de esa fuerza realizaron a modo de “cobro” a Sergio Berni por el resultado de las negociaciones salariales del año pasado.
Los que amplifican el rumor suman, además, otro componente: el malestar de sectores de las Fuerzas de Seguridad por el despliegue –al que califican de electoral- de los agentes de Gendarmería en el Conurbano y otras ciudades, como La Plata.
Como informara Letra P, desde principios del pasado septiembre, patrulleros, motos y personal de Gendarmería Nacional recorren los municipios y llevan a cabo procedimientos de “saturación” en lugares determinados por la tarea previa de inteligencia.
La asignación de los gendarmes está ajustada a planes derivados de los mapas del delito, y se trabaja en una sala de situación en la que se reúnen Berni, funcionarios del ministerio de seguridad de la Nación, sus pares del gobierno provincial e intedentes.
El reclamo de gendarmes y prefectos
Hace exactamente un año, a raíz de un decreto firmado por la entonces ministra Nilda Garré, los efectivos de Prefectura protestaron por un reordenamiento salarial. Hubo reuniones con funcionarios, pero los prefectos no cedieron. Y con el correr de las horas, radicalizaron sus posturas y tomaron el edificio Guardacostas.
Los agentes de la Gendarmería Nacional se sumaron a la protesta de sus camaradas de la Prefectura Naval, luego de ser invocados por éstos desde las escalinatas del edificio Guardacostas.
Berni recibió a un grupo de representantes de los prefectos y de los gendarmes y les pidió que abandonaran la protesta con el compromiso de dejar sin efecto el decreto dentro de 24 horas, para que volvieran a cobrar los sueldos como el mes anterior.
A los prefectos no los disuadió el anuncio del gobierno nacional de dejarles intacto el sueldo ni el recambio de la cúpula. Los gendarmes en cambio, celebraron los relevamientos y pidieron una solución inmediata al reclamo por un sueldo básico de 7 mil pesos.
Berni no pudo asegurarles que iba a poder cumplir con todos los ítems del petitorio, pero fue el encargado de desmembrar a los protestantes y desactivar la protesta.