Bevilacqua está en funciones de manera interina. Sucede que en el 2011 cuando el gobernador Daniel Scioli armó su gabinete, convocó al intendente electo de Bahía Blanca, Cristian Breitenstein, para que se haga cargo del Ministerio de Producción de la Provincia y así la situación política en uno de los distritos más importantes del interior se complejizó.
La oposición y Casa Rosada, luego de perder las primarias a manos del Frente Renovador, reclamaron la vuelta de Breitenstein. En Bahía, el denarvaísmo se impuso con el 22 por ciento de los votos, dejando cuarto al FPV con un apenas 13.09 por ciento (un poco más de 22 mil votos). Del bajo resultado se asume la ausencia del Ministro durante la campaña. Hoy, el reclamo de Bevilacqua de falta de fondos está enviando un mensaje elíptico al Ministro, para que baje al sur a poner el cuerpo en estos últimos días, mientras él, por ejemplo, está poniendo todo su empeño en el desarrollo del Plan Productivo 2020 en el gobierno provincial.
No en vano Sergio Massa eligió retomar su recorrida en Bahía Blanca. El intendente de Tigre y candidato a Diputado Nacional del Frente Renovador intentó sacar provecho de la crisis política en el seno del kirchnerismo. El armado del concejo es otra de las cuestiones que debe atender Bevilacqua en los dos años que le quedarían, si es que Breitenstein regresa.
De las 9 bancas que tiene el kirchnerismo, pone en juego 4, mientras que el bloque integración, el bloque de Intergración Ciudadana, que es el que le sigue al kirchnerismo en cantidad de concejales, arriesga 3 lugares. Así, Bevilacqua podría enfrentar un concejo deliberante esquivo, un intendente de licencia que además le disputará, a la distancia, presencia al interior del Frente Para la Dfuertes sinceramientos, como el del propio intendente: “No llega un peso para la campaña”.