Después de una reunión fallida durante casi una hora con quienes protestan desde hace dos días en el edificio de 13 y 56, la ex senadora dio la cara en Casa de Gobierno y expuso su visión de la situación junto a Pérez.
Según el funcionario, quienes llevan adelante la toma del Ministerio “quieren mantener privilegios que no les corresponden”, y que para eso acuden a la violencia. En ese sentido, ambos volvieron a minimizar el conflicto, denunciando agresiones y amenazas realizadas por la “Agrupación 11 de Septiembre”, fundamentando que no responden a los intereses del resto de los trabajadores. Apuntaron contra los agresores por “apedrear” a la subsecretaria de Gestión Educativa, Nora Estrada, en las instalaciones del Ministerio.
“Esto es un reclamo de un pequeño grupo de la administración central sin representación gremial que ustedes conocen; son violentos que quieren seguir teniendo pequeños privilegios que han logrado”, dijo el jefe de Gabinete.
Agregó también que “estamos avocados en cada día poder mejorar la administración para poder volcar más fondos en el maestro frente al aula, en la infraestructura y en todas las políticas que sinteticen un mejoramiento de la calidad educativa en la Provincia”, y sostuvo que “no existe en nuestro diccionario la palabra ajuste, porque lo que podamos utilizar lo vamos a reinvertir en educación”.
Por su parte, De Lucía declaró que “nosotros estamos tomando todas las medidas para garantizar la liquidación porque hay 350 mil personas que dependen de esto y 350 mil personas que en su gran mayoría están a cargo del aula poniendo todo su esfuerzo y compromiso”. “Nuestra responsabilidad como funcionarios es trabajar para que tengan los salarios en tiempo y forma como corresponde”, agregó.
Frente a las demandas actuales que provocaron la toma de la cartera educativa, De Lucía desafió: “optimizar los recursos significa que le estamos pidiendo a la gente que por lo que cobran, trabajen. Sencillamente eso. Estos grupos dicen que tienen más de 150 horas extras por mes; los invito a ir a la Dirección de Escuelas a ver si encuentran esa gente”.
“Optimizar recursos significa que estamos dispuestos a trabajar con toda la gente del servicio educativo para asegurar que la infraestructura, el mantenimiento, los chicos tengan lo que se merecen, porque es una responsabilidad hacia toda la sociedad y los contribuyentes, porque de lo que ponen el 68% va a educación en la Provincia”, concluyó la Directora General de Cultura y Educación.
Al mismo tiempo, Pérez enunció que “nunca la violencia es el camino. Que ese grupo reflexione lo que está haciendo, que está acudiendo a métodos ilegales, ilegítimos. Queremos solucionar todos los problemas en una mesa de diálogo, aquellos que son violentos y tienen causas judiciales por lo mismo que quieren mantener, no entran en nuestra mesa de negociaciones. Lo que les pedimos es que se retiren del recinto”.
“Ponerle un valor absoluto a las irregularidades es desviar el problema. Lo importante es que cada uno, hasta el último centavo de los recursos que manejamos -que son recursos públicos-, lleguen a la educación”, sostuvo la nueva integrante del gabinete de Scioli.
Un momento incómodo se vivió cuando se le preguntó a la ministra si el conflicto que se está viviendo en su cartera es de ahora o viene de antes -cuando la titular era Silvina Gvirtz-. Cuando De Lucía se disponía a contestar, Alberto Pérez la anticipó y respondió él. “Nosotros hemos hecho mucho durante estos cuatro años y seguimos siendo la provincia del país que en términos absolutos más invierte en educación. Hemos abierto 200 edificios escolares, muchos jardines escolares, hemos invertido en la calidad educativa, en terminar con la repitencia; es mucho lo que quedó sin concluir y que tenemos que seguir adelante. Entre esas cosas, es administrar cada día mejor, en optimizar los recursos, en cuidar los fondos públicos. En eso estamos avocados y todos los días tenemos que mejorar”, dijo.
Por último, detalló que “las irregularidades son temas que vamos detectando constantemente que vamos avanzando, lo que diferencia estos avances es que hemos encontrado la reacción violenta de un grupo violento y minoritario”.
Para finalizar, De Lucía explicó que las negociaciones no pudieron llegar a buen puerto por ese grupo minoritario que los funcionarios remarcaron. “Insisto: la extorsión, la violencia y la amenaza, no son el camino porque hay una sociedad que confió en nosotros y nosotros tenemos que ser respetuosos ante esa sociedad que todos los días nos interpela por un sistema educativo”.