Fue en un templo Sij cerca de Milwaukee, en el Estado de Wisconsin. El autor de los disparos, que resultó muerto tras un enfrentamiento con un agente de la policía, asesinó a cuatro personas dentro del templo y a otras dos en el aparcamiento contiguo, según informa el diario local The Milwaukee Journal Sentinel.
Para la Policía, el sospechoso se adentró en el recinto cerca de las 10.30, hora local, cuando se celebraba el rezo. El autor de los disparos abrió fuego contra los fieles, provocando otros tres heridos, entre los que estaría también el presidente del templo. Los tres fueron trasladados a hospitales cercanos en condiciones críticas.
Algunos sostienen que hubo más de un asaltante y que tomaron rehenes, aunque las autoridades todavía no confirmaron esta circunstancia.
Los medios hicieron referencia a varios mensajes de texto que habrían enviado las víctimas a sus familiares desde dentro del templo y cuando todavía no se había resuelto el suceso. Tres horas después del tiroteo, un equipo de fuerzas especiales de la policía rastreaba el templo cuando se pudo escuchar una explosión, aunque no trascendió la causa.
El gobernador de Wisconsin, el republicano Scott Walker, afirmó en un comunicado que las autoridades locales trabajan con el FBI para esclarecer los hechos. El presidente norteamericano Barack Obama, por su parte, fue informado de lo sucedido durante su estancia en Chicago.