Invitado por el actual concejal y ex intendente berissense, Néstor Juzwa, y el senador provincial Alfredo Meckievi, el mandatario cordobés llevó su impronta a la Sede de los Bomberos Voluntarios de la ciudad que es tan significativa para el peronismo. Y en esa tónica giró su discurso, reivindicando “al mejor Perón” y marcando claramente la diferencia entre él y “los que se dicen peronistas hoy en día”. “Los peronistas necesitamos juntarnos para reafirmar nuestra postura de ser continuadores del Perón que volvió dejando de lado todo lo que había sufrido para proponer la unión y el progreso de los argentinos, en momentos en que otros invocan a un falso Perón, que lo hacen como abanderado de la lucha de clases y el resentimiento”, comenzó diciendo en la conferencia de prensa previo a la cena.
Así, sus respuestas expusieron sus intenciones de mirar más allá del kirchnerismo, con la necesidad de que los “verdaderos” peronistas se junten para conformar una alternativa. Hoy, la provincia de Buenos Aires ve nacer nuevas agrupaciones dentro del peronismo que confirman las internas y disputas existentes, y en esa línea se expresó el gobernador cordobés. Sin mencionar a La Juan Domingo ni a la flamante La Dos, De la Sota destacó que el peronismo actual se reúna, se junte y debata. Así, propuso una nueva metodología de internas partidarias: “hay que votar el peronismo a nivel nacional para elegir realmente las construcciones, las candidaturas de los próximos años, y hay que hacerlo con una propuesta. Hasta ahora lamentablemente no somos muchos los que venimos marcando las diferencias que tenemos con las cosas que hace mal el gobierno. Yo reivindico las cosas buenas que hizo Néstor Kirchner -yo he sido amigo de él, aún con diferencias y discusiones-; lo que yo lamento es que este gobierno me haya puesto como enemigo.
Y en ese sentido también hasta criticó las PASO del año pasado, diciendo que “tiene que haber elecciones primarias pero no como las ha decidido el Congreso, porque que haya en un sólo día de La Quiaca a Tierra Del Fuego es para que la gente no pueda participar masivamente, sino los aparatos. Yo planteo un sistema de primarias abiertas por regiones, para terminar en Buenos Aires, y así van a quedar perfilados candidatos que sepan qué pasa con la yerba mate en Misiones, con la forestación en Mendoza, el arroz en Corrientes”.
Posicionado ya en un discurso como un dirigente con proyección electoral para el 2015, habló de los problemas diarios que vive la gente y expuso cómo un Presidente debiera actuar ante esto. “Hoy el Gobierno trata a los adversarios de enemigos y desconoce lo que son los verdaderos problemas de la sociedad, como la inflación y la inseguridad, o que discriminan a aquellas provincias que tienen gobiernos que pueden hacer oír sus críticas pero con el ánimo constructivo de que se hagan las cosas mejor”, manifestó, y agregó que “hoy el que gana termina gobernando para un pequeño grupo de amigos, y el país necesita tener un seleccionado nacional con las mejores figuras de todas las provincias para resolver los problemas de cada región, y no un sacachispa constituido por amigos. Los amigos son buenos para jugar al fútbol o comer un asado el sábado”.
“Hoy la sociedad argentina está dominada por la crispación; hay familias que ya no se reúnen en el almuerzo del domingo porque la mala política del gobierno ha hecho que hasta los propios miembros de una familia tengan discusiones a todo o nada y se dividan”, soslayó, diferenciando los ideales de Perón con los del gobierno de Cristina, ya que para el mandatario cordobés “hoy hay pocos peronistas en el gobierno nacional”. “El peronismo siempre ha sido amor a los humildes. Ahora, los que predican el odio no son peronistas: o nunca lo fueron o se olvidaron de serlo. Y hoy hay muchos que levantan una bandera falsa de un Perón de la lucha de clases y de un Perón vengativo”, sentenció.
Al momento de referirse a Scioli, dijo en pocas palabras que “yo tengo una relación de amistad con Daniel, además somos colegas, así que desde ese punto de vista hemos tenido siempre una muy buena relación”. Y cuando se le preguntó por cómo analiza su figura en el marco de esta realidad del PJ que él mismo estaba describiendo, volvió sobre el discurso de que los peronistas deben organizarse: “yo creo que necesitamos hacerle caso a Perón cuando él decía que sólo la organización vence el tiempo y su único heredero es el pueblo”.
“El 8N va a ocurrir porque no hay diálogo y cuando una sociedad no tiene diálogo busca canales de expresión. El gobierno tendría que recapacitar y preguntar por qué ocurren estas cosas. Si uno sale a insultar a todos los que piensan distinto es muy difícil crear un clima de convivencia”, opinó cuando se le preguntó por los cacerolazos, y hasta habló de los medios de comunicación, aclarando que para él “la Ley de Medios, como toda cosa que se hace de un día para el otro, tiene muchos yerros. Por ejemplo, en Estados Unidos la ley de medios se discutió 10 años y después, encima, Clinton vetó varios artículos porque creyó que no garantizaba el libre acceso a la información plural por parte de los ciudadanos norteamericanos”. “Primero la noticia, luego todos los comentarios y después la editorialización que los medios quieran hacer”, continuó, y definió: “yo cuando tuve a todos los medios a favor me echaron, cuando los tuve a todos en contra volví. Quiere decir que los ciudadanos saben”.
Se hizo lugar para referirse al intendente de Tigre, que últimamente es bien visto por distintos dirigentes que se sacan fotos con él, posicionándolo muchas veces como “el candidato de todos”. “Conocí a Sergio Massa cuando estaba en el Ansés, tuve oportunidad de tener relación con él ahí a raíz de los eternos problemas que tenemos algunas provincias, que no nos pagan lo que nos deben y bueno, ya después cuando él fue gabinete de Néstor Kirchner yo ya no estaba en el gobierno así que no he tenido oportunidad de convivir. Sé que ha hecho una muy buena gestión en Tigre. Lo que necesitamos son buenos intendentes y buenos gobernadores que defiendan a la gente que los eligió”, expresó, dándose pie a él mismo para continuar con los golpes contra el kirchnerismo: “a mí me cataloga el gobierno de enemigo ¿por qué? porque yo defiendo a los cordobeses que me votaron; si yo no los defiendo ¿para qué me eligieron? No creo que el mejor camino sea aceptar lo que el autoritarismo del gobierno nacional indique; yo ya estoy grande para que me lleven a los empujones hacia una Argentina bipolar. Yo quiero que se respeten todas las maneras de pensar”.
Otro tema fue la coparticipación; polémica diaria en la provincia de Buenos Aires por las críticas que recibe Scioli, catalogado por “no reclamar lo que a la Provincia le corresponde”, según las distintas voces opositoras, en Córdoba sucede algo similar y por ende, De la Sota sufre el mismo problema. Con humor e ironía, dijo que “en el presupuesto de este año se olvidaron que la provincia de Córdoba es parte de la Argentina. Prácticamente en materia de obras públicas parece ser que los cordobeses nos independizamos. Además, no solamente eso: tenemos obras ya aceptadas por los organismos multilaterales de créditos que las prometió la Presidenta hace 1 año, pero primero tuvo disputas con Schiaretti y ahora a mí se ve que no me quieren mucho. Nosotros por ejemplo tenemos 600 presos federales, y nunca construyeron una cárcel federal en Córdoba: ya nos deben más de 22 millones de pesos por mantener presos federales; dan ganas de ponérselo en un ómnibus y mandárselos a Plaza de Mayo”.
Por su parte, el senador provincial por Unión Pro Peronista, Alfredo Meckievi, brindó un discurso muy crítico de la realidad de la provincia de Buenos Aires. Habló de “desprestigio”, “deterioro”, y de una provincia que ha dejado de generar “impacto” y de “ser el motor” en el resto del país, responsabilizando directamente a la dirigencia política, y fundamentalmente a la figura de Scioli. Criticó también la coparticipación y distribución de los ingresos, concluyendo que eso “no es casual; es claudicación, obsecuencia”. “No defienden los intereses, viajan a la casa Rosada a aplaudir y se vienen sin defender nuestros intereses”, definió.
“Nuestro gobernador no es ni de la provincia de Buenos Aires, es una humillación. Es de Capital Federal, del barrio del Abasto; se preparó para ser intendente pero a su jefe político de aquel entonces –Néstor Kirchner- le convenía electoralmente pasarlo a la Provincia, entonces esto es lo que elegimos. No late, no siente, no conoce, no se aflige ni se alegra con lo que pasa en una Provincia que le es ajena, un tránsito. Hoy nos avergüenza y nos humilla”, sentenció con dureza, y hasta ironizó con respecto al Día de la Tradición, del próximo 10 de noviembre: “hay que hacerle un manual para que sepa lo que significan para millones de bonaerenses las raíces, su historia, su lucha, sus vínculos, su cultura”.
También participaron dirigentes locales y legisladores, como los diputados Ricardo Lissalde y Juan Carlos Piriz. Dijeron presente más de 400 personas, según calcularon. Un salón repleto, sin banderas ni identificaciones partidarias, con gente que hasta se animó a decirle a De la Sota “culiado, te vamos a votar”, fue el escenario de una cena amistosa que marcó el inicio de un camino de un dirigente con historia dentro del peronismo, que -como otros-, critican con dureza las decisiones que se toman desde el Frente Para la Victoria, marcando la cancha para el año que viene y fundamentalmente para el 2015.
Matías Moscoso
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