El oficialismo debió aprobar la iniciativa ante un recinto abandonado por la oposición, en rechazo al discurso del diputado kirchnerista Andrés Larroque, secretario general de La Cámpora. La mayoría de las bancadas opositoras optaron por irse de la sesión previo a concretarse la votación, que contó con la mayoría especial que requiere las leyes electorales.
Los representantes de la UCR, el socialismo y el PRO y otros bloques unipersonales abandonaron sus bancas molestos por el discurso del diputado kirchnerista, quien respondió a diferentes cuestionamientos formulados durante todo el debate por los bloques de la oposición.
El “Cuervo” Larroque se refirió al socialismo opositor como el “narcosocialismo”, en alusión al reciente descubrimiento de posibles nexos con el narcotráfico de Hugo Tognoli, desplazado jefe de policía de Santa Fe, provincia gobernada por el Partido Socialista, y acusó a los bloques de la oposición de representar a las corporaciones.
El secretario general de ‘La Cámpora’ enfatizó: “acá todos opinan en función de lo que dicen las corporaciones, como por ejemplo la tapa del diario Clarín del 2 de septiembre donde dice ` el voto a los 16: un mercado de 2 millones de electores”·
“Así llaman las corporaciones a nuestro pueblo, como mercado, mientras que nosotros los tratamos como seres humanos que son, plausibles de derechos”, continuó.
Larroque señaló que “parece que algunos opositores solo van a los estudios de TN, porque están viendo otra realidad”, y afirmó que “el bloque radical no puede manejar ni una calesita”.
Una vez que se retiraron los opositores, el presidente de la bancada del Frente para la Victoria, Agustín Rossi, los instó a regresar fundamentando que “no pueden retirarse en función de la intensidad de un discurso”.
“No se puede tolerar semejante agresión. Son unos sinvergüenzas”, dijo Margarita Stolbizer, apenas abandonó el recinto. “Que le digan narco al gobierno de Santa Fe cuando tienen a todas las policías provinciales en connivencia con el delito es inaceptable”, sostuvo Victoria Donda.
Ricardo Gil Lavedra, del radicalismo, disparó que “todos nos vamos en repudio por lo que dijo este cachivache, por los insultos a todas las bancadas opositoras. Es un muchacho que de derechos humanos debe conocer lo mismo que un orangután”, dijo. Mientras que Federico Pinedo (PRO) añadió que “fue un discurso de un chiquito autoritario y mamarracho”.
El punto de ebullición fue cuando Larroque lanzó: “he leído sobre el socialismo científico, sobre el socialismo utópico. Pero nunca había escuchado a hablar del narcosocialismo”.
No coincido con eso de provocar al otro, cuando lo más importante era aprobar la ley, teniendo en cuenta que la mayoría de la oposición iba a votar a favor. Esto no es una asamblea universitaria. Es el Congreso de la Nación”, sostuvo Felipe Solá y se fue del recinto.
Por otra parte, la sesión tuvo la presencia de jóvenes desde los palcos y el debate fue abierto al mediodía por la titular de la comisión de Asuntos Constitucionales, la oficialista Diana Conti, quien aseguró que el proyecto busca “ampliar la base electoral de la democracia”.
“Dar el voto a los jóvenes significa reivindicar las banderas de los desaparecidos y saber que serán los jóvenes que se preparan para seguir llevando las banderas hasta la victoria siempre”, concluyó.
Asimismo, el titular de la Cámara de Diputados, Julián Domínguez, opinó que “hay un cambio en la cultura de la información y una revolución en los procesos de comunicación, donde los jóvenes saben lo que está pasando y quieren participar en la construcción de su presente y su futuro”.
El Frente Amplio Progresista (FAP) y la UCR defendieron durante el debate dos dictámenes de minoría, en los que proponían la “obligatoriedad” del voto entre los 16 y los 18 años; en tanto, el PRO, el peronismo disidente y la Coalición Cívica anunciaban su rechazo a la norma oficialista.
El texto aprobado define como electores nacionales a “los argentinos nativos y por opción desde los 16 años” y a “los argentinos naturalizados desde los 18 años”, pero no fija penalidad alguna para quienes no sufraguen, de manera similar a lo que ocurre con los mayores de 70 años.
El proyecto se debatió durante una sesión que finalizó cerca de la medianoche. “Se persigue un solo objetivo: ampliar la base electoral de nuestra democracia. En ese marco se inscribe esta ampliación de derechos políticos. Esta cuestión no es oportunista ni demagogia de adultos”, sostuvo Diana Conti.
Antes de que estallara la pelea, el dictamen de mayoría iba a ser acompañado, durante la votación en general, por un sector del radicalismo, por una porción del Frente Amplio Progresista (FAP) y por la bancada liderada por Solá.