Buscarán mecanismos para complementar esta política de austeridad, con medidas que impulsen el crecimiento y reduzcan el desempleo, con el objetivo de recuperar la confianza de los mercados y frenar la crisis de deuda.
Buscarán mecanismos para complementar esta política de austeridad, con medidas que impulsen el crecimiento y reduzcan el desempleo, con el objetivo de recuperar la confianza de los mercados y frenar la crisis de deuda.
No se espera que se aprueben medidas concretas en este sentido, más allá de lanzar un nuevo llamado a realizar reformas laborales o redirigir hacia la lucha contra el desempleo juvenil los fondos europeos que todavía no se han gastado, que en el caso de España ascienden a 10.700 millones de euros, según los datos de Bruselas.
Entre los temas a tratar, está el aumento o no del fondo de rescate, como pide el Fondo Monetario Internacional (FMI), por si fuera necesario usarlo para proteger a España o Italia, y cerrar la crisis de deuda de Grecia, que no parece tener un fin claro a la vista, tras un primer rescate fallido por 110.000 millones de euros.
Los líderes europeos firmarán el Tratado que crea el fondo de rescate con el fin de que empiece a funcionar en julio. Pero no se prevé negociar sobre su capitalización hasta marzo.
El Tratado incluye “sanciones automáticas” para los países que superen el 3% de déficit excesivo y obliga a los Estados de la eurozona a incorporar a sus legislaciones nacionales, preferiblemente a nivel constitucional, una regla de oro que limite el déficit al 0,5% del PIB, como ya hizo España.
Los países del bloque comunitario -excepto Reino Unido- ya acordaron la mayor parte del texto del Tratado, cuyo principal escollo pendiente consiste en determinar quién participará en las cumbres del Eurogrupo, que por primera vez se institucionalizan.
Los líderes europeos buscarán además “reformar los mercados laborales y abordar el costo del trabajo en relación a la productividad” y “recortar los costos laborales no salariales, como el costo fiscal”.
Cada país deberá elaborar en los próximos meses un plan con medidas que permitan reducir el desempleo, especialmente el juvenil y permitir que todos los jóvenes tengan acceso cuatro meses después de dejar el sistema educativo a una buena oferta de empleo o de formación.