Primero había sido en Chaco, la semana pasada, por 2 a 0, y anoche le alcanzó con ponerse en ventaja por intermedio de un cabezazo de Mouche en el primer tiempo. Fue 1 a 0 en Mendoza y de esta manera Boca se quedó con los dos ¿únicos? superclásicos de este 2012.
El partido fue más parejo que el de hace pocos días, incluso River mereció algo más. Pero no alcanzó, primero por la poca efectividad (sobre todo de Cavenaghi) y segundo porque indudablemente el equipo de Falcioni está de racha, mostró su chapa y supo defender el gol de ventaja desde los 29 minutos de la primera etapa.
En esos primeros 45 minutos hubo dos malas: Trezeguet salió lesionado a los 10 minutos y Schiavi no salió a jugar el segundo tiempo, también por una lesión. En esa última parte las cosas no cambiaron, y el desarrollo del partido se tornó previsible: River empujando sin ideas claras y Boca esperando y aguantando, con un Sosa inspirado, que cuando tuvo que intervenir, lo hizo muy bien.
Así las cosas, los dos resultados dejan a las claras los dos presentes futbolísticos de los clubes más populares de nuestro país. Boca -campeón del Apertura pasado- ganó los dos partidos, marcó tres goles y no recibió ninguno, mientras que River mostró impotencia y tuvo que soportar las cargadas de toda la gente xeneize, que gozó con cantitos y mostró banderas que hicieron referencia precisamente a este presente, que los tiene en categorías distintas, con objetivos también distintos, nadie sabe hasta cuándo.