Según informaron fuentes judiciales, Jacinto Mohamed Taha, el principal sospechoso del crimen del barrabrava de River Plate Martín Stambuli que fue asesinado en Luján la semana pasada, había tenido una orden de captura por estafas, aunque la Justicia lo eximió de prisión en diciembre.
Taha, que ahora está con pedido de captura por parte de los investigadores del crimen de Stambuli, está acusado de integrar una banda de estafadores y viene siendo investigado desde hace tiempo por una causa tramitada por el fiscal porteño Federico Delgado
En el marco de ese expediente, en diciembre último la jueza federal María Servini de Cubría ordenó su captura, aunque posteriormente fue eximido de prisión.
Voceros allegados a la fiscalía de Delgado confirmaron que, de acuerdo a los elementos reunidos hasta el momento, “Mohamed era parte de una banda” a la que se investigaba desde hacía más de un año por el delito de presunta falsificación de documentos para la apropiación de “herencias vacantes”, que también integraban abogados y gestores.
“Vimos que en un par de causas por falsificación de documentos ocurría lo mismo: gente que era propietaria de departamentos sin herederos se moría y mágicamente aparecían `parientes lejanos` que con sólo invocar esa condición recibían las propiedades como `depositarios` y luego blanqueaban la tenencia y se convertían en dueños `jurídicos`”, explicó un pesquisa.
Ante esta situación, añadieron los voceros, el fiscal Delgado pidió todas las causas no archivadas en la procuración por un período de tres meses y así consiguió varios hechos más, en los que se detectaron que había cuatro personas relacionadas entre sí que “se presentaban alternativamente y se quedaban con los departamentos”.
La primer causa que dio inicio a la investigación del accionar de los estafadores comenzó el 18 de enero de 2009 con la muerte de María Máxima Moreno quien falleció en la vía pública por causas naturales-, en avenida Santa Fe al 1927, de esta Capital-.
De acuerdo a las constancias del expediente, la mujer “según sus vecinos y familiares, era una persona solitaria que no recibía visitas en su departamento ubicado en la avenida Santa Fe 1886, piso 12, y que no tenía demasiado trato con los habitantes del edificio en cuestión”.
A los pocos días de la muerte “apareció `mágicamente`” ante la comisaría que intervino en la muerte de la mujer “una persona que dijo ser `Alejandro Moreno`, primo de María Máxima, quien acreditó identidad mediante la presentación de un DNI falso y solicitó ser tenido como depositario judicial de los bienes de su `prima`, a lo cual la justicia de instrucción hizo lugar”.
El impostor concurrió luego a un juzgado civil donde “presentó un testamento falso, en el cual se lo instituía como único y universal heredero de todos los bienes, a efectos de iniciar el juicio sucesorio a su favor”, según el expediente.
Cuando se enteraron los hermanos de la mujer fallecida, “quienes mantenían una relación, en general,distante; se presentaron judicialmente e hicieron saber que no poseían ningún familiar de nombre Alejandro Moreno” con lo que se desarticuló la maniobra.
Entre los sospechosos de integrar esa organización estaba justamente Taha, ahora buscado por su presunta participación en la causa por la muerte del barra Stambuli, conocido como “El turco del oeste”.
El cadáver del barra fue hallado el jueves de la semana pasada con un balazo en la cabeza en un zanjón de Carlos Keen, Luján, y el fiscal de ese departamento judicial que investiga el hecho, Oscar Regí, solicitó la detención de Taha por considerar que intentó “plantar” pistas falsas para desviar la investigación.
Según el representante del ministerio público, el sospechoso trató de dar una serie de explicaciones a la familia que no eran coincidentes con algunos datos que se manejaban en la causa”, en referencia a su versión acerca de que había ido con Stambuli a cobrar una deuda.