Para el presidente del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), Carlos Casamiquela, “ha llovido bastante bien (por ayer) en zonas como Bahía Blanca, Puán, Olavarría, Azul, entre otros, y va a llegar a la zona núcleo (por hoy) y luego irá hacia el norte del país, con lo cual genera un efecto de alivio sobre los cultivos afectados”.
Anticipan que volverá a llover en las próximas horas, aunque las mejores perspectivas para los suelos se verán recién en febrero.
El impacto de la lluvia no es la misma para todas las regiones del país, con lo cual la situación es muy diversa respecto del futuro estado de los cultivos. A esto se refería el ministro de Agricultura, Norberto Yauhar, cuando decía que la ayuda se hará de forma “puntual”.
Casamiquela admitió que el agua caída “tendrá solución para algunos y no necesariamente para todos. Por eso el ministro nos pide información detallada para saber el estado de los productores”.
Mientras tanto, la provincia se encuentra en uno de sus momentos más críticos en cuanto a la producción agropecuaria por falta de lluvias. En una temporada estival de calores extremos, la cosecha se ve afectada e implica una pérdida sustancial en el ingreso de la Industria.
Por ahora, el agua trajo el alivio y las ilusiones de mejora en los suelos provinciales, cuya sequía tiene en vilo a los distintos sectores involucrados con un fuerte cruce de palabras.