Si bien todo se perfilaba para que el kirchnerismo destrone del poder a Mauricio Macri dentro de Boca, la candidatura de Daniel “Tano” Angelici generó una masiva convocatoria en las urnas y dejó mal parados a varios hombres de peso dentro del oficialismo nacional.
La derrota del trinomio Jorge Ameal, José Beraldi y Roberto Digón, significó para la ciudad de las diagonales una dura puja entre los socios que integran la peña Los Xeneizes de La Plata, encabezada por el hornense Juan Tiravasso y secundada de cerca por el intendente Pablo Bruera, más el acople de un sector paralelo que conforman militantes alakistas y brueristas.
La riña dejó con heridas al espacio de Bruera, quien el domingo apenas logró llevar un puñado de hinchas, ante la disconformidad de todos los socios platenses de Boca hacia Tiravasso por haber hecho campaña a favor de Angelici días antes de las elecciones.
Esto no sólo benefició a los referentes del alakismo, que lograron hacer pié y conformar un espacio de 150 socios K –entre ellos varios independientes y “brueristas”–, sino que favoreció al dirigente del PRO Julio Garro, principal referente de Macri en La Plata.
Garro pudo hacer un espacio netamente opositor a la conducción de Ameal y superó todo tipo de expectativas al llevar a votar a más de 200 socios, que se sentían representados en la boleta del Tano.