“Brasil supera a cuatro economías europeas, algo completamente novedoso”, apunta Douglas McWillimas, director ejecutivo del BERC, una consultoría privada que data de 1993. Las estadísticas del BM y el FMI para 2011, se divulgarán en poco tiempo. También la unidad de inteligencia del Economist tendrá listo su informe para enero o febrero del año entrante.
Los números fundamentales de Brasil son claros: el PBI alcanza US$ 2,4 billones, la inversión externa directa orilla US$ 65.000 millones y el desempleo marcó en noviembre el piso de 5,2% de la población activa. No obstante, este año el PBI habrá crecido apenas 3%, muy por debajo del 7,5% registrado en 2010. En cuanto a la inflación minorista, desbordó la meta de 4,5% y llegó a 6,5%.
Por su parte, Guido Mantega, ministro de Economía, optó por la cautela. De ese modo, señaló que a Brasil le falta mucho para alcanzar el nivel de vida europeo pese a casos como la desocupación española (21,6% y en alza, acaba de reconocer el flamante titular de Economía, Luis Guindos).
Lula, el predecesor de Dilma Rousseff, había dicho que en un plazo de 10 años Brasil sería la tercera potencia mundial detrás de China y Estados Unidos. Y, si bien el 2012 no prevé buenos porcentajes económicos, tampoco los tendrá Europa ni Estados Unidos. Así, mercados emergentes y en vías de desarrollo como China y Brasil ascienden económica y financieramente.