Raros formatos nuevos

Rating vs. views: YouTube se mete en el barro para medir la audiencia del stream

La condena a Cristina Fernández de Kirchner aumentó las visualizaciones en plataformas. El consumo de noticias y la fijación de la agenda se alejan de la TV.

La tendencia se replicó en las señales televisivas volcadas al stream como Todo Noticias (TN), C5N y LaNación+, que lideraron ampliamente el ranking de vistas en sus canales entre el 10 y el 18 de junio, según informó En Directo Stream.

Frente a la crisis de los medios tradicionales, el streaming argentino se consolida como un espacio clave para la conversación pública, también frente a acontecimientos de alta intensidad política como la condena a CFK.

Este comportamiento sintoniza con los hallazgos del último reporte del Instituto Reuters, que advierte en Argentina un crecimiento en el interés por contenidos en vivo, híbridos entre información y entretenimiento, que circulan principalmente a través de plataformas como YouTube.

En contraste, se observa una caída sostenida del consumo de noticias en medios tradicionales y un aumento de la llamada "evasión de noticias", que ya alcanza al 46% de la población: seis puntos por encima del promedio global.

Rating y views, dos universos distintos

Los datos no son neutros. Tampoco las formas de obtenerlos. Mientras la medidora tradicional Kantar Ibope Media calcula el rating con dispositivos instalados en hogares y extrapola los resultados a partir de una muestra estadística, las empresas nacidas en el ecosistema digital -como En Directo Stream o Data Trip- trabajan directamente con los datos públicos provistos por YouTube, como visualizaciones, suscriptores y likes.

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La condena de Cristina Fernández de Kirchner en los canales de streaming

La condena de Cristina Fernández de Kirchner en los canales de streaming

El choque metodológico es estructural: un sistema representa personas proyectadas; el otro, dispositivos conectados.

"En el stream, cada view es una visualización de al menos 30 segundos, pero no sabemos si fue una sola persona o varias”, explica Leonardo García, de En Directo Stream.

YouTube limpia, además, el dato a las 48 horas para eliminar el llamado “tráfico malicioso”. Los picos abruptos de audiencia sin justificación editorial, por ejemplo, entran bajo esta categoría y su aparición recurrente puede implicar penalizaciones a los canales.

El seguimiento de estos “comportamientos sospechosos” introduce una capa adicional de validación algorítmica que no existe en la televisión tradicional.

En su intento de adaptación, Ibope incorporó en 2025 el Focal Meter, un sistema que se conecta a los routers de los hogares y permite registrar el consumo digital.

Por restricciones legales, sin embargo, no puede acceder al contenido específico visto en plataformas como Netflix o YouTube, sino simplemente registrar su ingreso a ellas. En estos casos, cruza interacciones en redes sociales de las personas usuarias del mismo hogar para inferir tendencias.

Medios en vivo y on demand

Las visualizaciones en vivo son sólo una parte del consumo del stream. “Hay canales que tienen un nivel bajo de visualización en vivo, pero un alto on demand (...) Por eso, usamos la categoría de “total views” [del canal], que nos parece el dato más fidedigno”, apuntan En Directo Stream.

En cambio, Data Trip mide “espectadores simultáneos” en vivo por un lado y, por otro, las visualizaciones on demand. Pero no todos los canales organizan sus contenidos de igual modo y la forma en que los publican incide directamente en cómo se mide -y se interpreta- su alcance.

Algunos canales, como Luzu, Blender o Gelatina, separan cada programa en un video independiente. Cuando termina la transmisión en vivo, el contenido se publica por separado y arrastra consigo las visualizaciones en tiempo real, lo que mejora su posicionamiento algorítmico y optimiza el conteo de total views.

Otros, como Olga, Vorterix o La Casa, utilizan una única URL de transmisión continua durante toda la jornada. En estos casos, es más difícil atribuir vistas a programas específicos y los fragmentos editados que se suben más tarde deben construir audiencia desde cero.

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Cada forma de medir se apoya en una definición acerca de qué se entiende por canal de stream. Según García, para que un canal califique como tal debe emitir contenidos de forma regular a través de YouTube y contar con más de 100.000 suscriptores.

La definición excluye tanto a medios tradicionales que simplemente duplican su pantalla en plataformas digitales como a creadores de contenido unipersonales o esporádicos.

Equipos de campaña

Esta delimitación permite construir indicadores comparables dentro de un ecosistema que ya muestra un nivel alto de profesionalización, con grillas previsibles, audiencias fidelizadas y estrategias diferenciadas para el vivo y el consumo on demand.

La startup ofrece también análisis de audiencias en contextos políticos y electorales, un fenómeno en expansión: “Hay cada vez más marcas y equipos de campaña que quieren saber qué se ve, cuándo y cómo”.

Para Horacio Cairoli, de Data Trip, el universo de canales de stream incluye también a medios tradicionales que se volcaron al formato digital.

Data Trip monitorea tanto a nativos digitales como a señales de televisión, radios y portales informativos -como TN, Clarín o Urbana Play- que transmiten en vivo por YouTube. La condición es que cuenten con una estructura de programación estable y continuidad editorial.

“Buscamos evitar analizar a streamers individuales o eventuales, como los gamers”, explicó Cairoli, quien destacó que relevan más de 100 canales en Argentina bajo esta definición, en el marco de un fenómeno que despierta el interés de agencias, marcas y medios del resto de América Latina, donde miden alrededor de 600 canales, y Europa.

La disputa por la agenda

En tiempos electorales o políticamente turbulentos, el streaming no sólo capta audiencias: disputa agenda, atención y legitimidad. La pelea por las métricas no es sólo técnica. Es política y económica, porque los datos definen qué voces se amplifican, qué canales atraen inversión y qué narrativas se imponen.

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A esto se suma un rasgo estructural del modelo: su alta dependencia de plataformas globales, fundamentalmente YouTube, que condiciona el desarrollo de los canales y plantea desafíos en términos de sostenibilidad, pluralismo y regulación democrática.

Mientras tanto, en esta arena digital, la batalla por el sentido también se libra en vistas, algoritmos y fragmentos que siguen circulando más allá de los acontecimientos que los motivan.

Los canales de streaming en la Argentina de Javier Milei
Augusto Marini, dueño de dos canales de streaming en la Argentina de Javier Milei

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