Cúneo Libarona amenazó con intervenir la entidad del fútbol si no acata el DNU. La visita de Foster Gillett, de pasado oscuro en la Premier League.
Daniel Scioli con Foster Gillet en La Ñata.
El gobierno de Javier Milei ataca a varias bandas para concretar el desembarco de las sociedades anónimas deportivas en el fútbol (SAD). Mientras el ministro de Justicia, Mariano Cúneo Libarona, profundiza la guerra contra la Asociación del Fútbol Argentino ( AFA), el secretario de Deportes, Daniel Scioli, propicia el desembarco de un magnate estadounidense con un polémico pasado en el Liverpool.
“Nos reunimos con Foster Gillett. Convencidos de que el fútbol argentino necesita transformarse con aportes privados para mejorar la infraestructura de clubes, ser más competitivo y explotar la marca fútbol argentino en el mundo”, publicó este martes Scioli en su cuenta de Twitter, donde posteó una foto junto al empresario estadounidense, que mostró “interés en invertir en el fútbol argentino”.
El encuentro se celebró este lunes por la noche, en el famoso quincho de Villa La Ñata, donde vive Scioli. El promotor de la visita de Gillett fue el empresario Guillermo Tofoni, ligado al negocio del fútbol, que está en guerra judicial con la AFA y con su titular, Chiqui Tapia. Tofoni concurrió junto a la diputada Juliana Santillán, la delegada directa de Milei para el negocio de las SAD.
Gillett tiene antecedentes en la materia. Fue director del Liverpool cuando su padre, George Gillett, y su socio, Tom Hicks, eran dueños del club inglés. Ambos compraron el equipo en 2007 por u$s 338 millones y lo vendieron en 2010. La gestión terminó con un fuerte rechazo de los hinchas. Gillet reveló que había recibido amenazas.
El club quedó casi al borde de la quiebra. En 2009, las cuentas públicas de Kop Football Limited, la compañía que compró al Liverpool, reveló que la deuda neta del club había llegado a los u$s 462 millones.
“No han hecho nada por el equipo, el día que el Liverpool fue vendido a los estadounidenses fue uno de los peores en la historia del club. La noticia de la venta significa que es un buen día. Pero se necesita recorrer un largo, largo camino para posicionar al club en la posición en la que se encontraba”, dijo entonces el exjugador del equipo Mark Lawrenson, también comentarista de televisión.
En 2022, Foster Gillett ofreció más de u$s 300 millones para comprar acciones del Olympique de Lyon. El estadounidense también invirtió en equipos de la National Association for Stock Car Auto Racing (Nascar), la categoría automovilística más comercial y popular de los Estados Unidos.
Según trascendió del encuentro con los funcionarios, Gillett no manifestó su interés por “ningún equipo argentino en particular”, pero mostró su vocación “por invertir”. “Es uno de los tantos inversores que se está escuchando”, contaron fuentes al tanto de la cena.
Además de la comida con Scioli, se espera que Gillett mantenga un encuentro con Marcelo Cimas, responsable del área de negocios de la Cancillería y una actividad con el equipo de Federico Sturzzeneger, ministro de Desregulación y Transformación del Estado, y autor del DNU 70/2023, que introdujo la figura de las SAD en el fútbol argentino.
Como contó Letra P, la implementación de las SAD está trabada por diferentes vías. La semana pasada, el Gobierno publicó un nuevo decreto 730/2024 en el que le concedió un plazo de “un año” a la AFA para aceptar la participación en su estructura de clubes gestionados como SAD. Para avanzar en la reglamentación, la administración de Milei tomó como referencia el DNU 70/2023, que está judicializado.
En respuesta a esta nueva jugada del Gobierno, la AFA emitió un comunicado en el que señala que la reglamentación es contraria a la decisión del Juzgado Federal de Mercedes, que a fines de enero dispuso la suspensión de los artículos 335 y 345 del DNU, referidos a las SAD, frente a una cautelar que interpuso la Liga de Salto.
Aquel fallo fue ratificado por la Cámara Federal de San Martín y luego confirmado en su alcance nuevamente por el juzgado de Mercedes, que el 13 de agosto aclaró que su decisión no sólo era aplicable a la Liga de Salto, sino que alcanzaba a todo el fútbol argentino, nucleado en la AFA.
Pese a eso, el domingo, el ministro de Justicia, Cúneo Libarona dijo en Canal 9 que “si la AFA no acata la medida estaría incumpliendo el estatuto, (por lo que) intervendrá la Inspección General de Justicia (IGJ), lo sancionará, se judicializará”. Eso fue interpretado como la voluntad del Gobierno de intervenir la AFA.
Como contó este portal, la AFA todavía tiene varios ases en la manga a los que podrían echar mano para evitar el avance de las SAD. Uno es la posibilidad de mudar el domicilio del emblemático edificio de la calle Viamonte hacia el predio de Ezeiza para salir de la jurisdicción de la IGJ y pasar a depender de la Dirección Provincial de Personas Jurídicas de la provincia de Buenos Aires.