La foto de “unidad” del peronismo más viral de los últimos seis meses fue la de la convocatoria del mediático Guillermo Moreno a un grupo de economistas. Eran todos varones. Por lo bajo, sin imágenes para las redes sociales, en plena era de Javier Milei, varias de las feministas que formaron parte de la administración de Alberto Fernández y conformaron el colectivo Mujeres gobernando se reúnen para analizar la actualidad, revisar éxitos y fracasos de la gestión y plantear estrategias frente a un presidente que las tiene de enemigas. Todo eso, dentro de un espacio político que las corrió del centro de la escena bastante antes de la derrota electoral.
Muchas de esas mujeres que hoy están en el llano ocuparon cargos jerárquicos en el gobierno del Frente de Todos y formaron parte de una experiencia inédita en el mundo, como muchas de las experiencias feministas argentinas. Mujeres gobernando nació como grupo de Whatsapp, por iniciativa de Mercedes D’Alessandro, la primera directora de Economía, Igualdad y Género del Ministerio de Economía, un área que, por supuesto, no existe en la era libertaria. Sumó a más de 200 funcionarias de las primeras líneas.
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Todos varones. La foto viral de la juntada de los economistas peronistas.
Objetivo: transformar la política
La primera reunión de aquel grupo fue la segunda semana de enero de 2020, cuando la pandemia todavía no estaba en el horizonte. Allí estuvieron las entonces ministras Elizabeth Gomez Alcorta (Mujeres, Géneros y Diversidad), María Eugenia Bielsa (Desarrollo Territorial), Marcela Losardo (Justicia y Derechos Humanos) y Sabina Frederic (Seguridad). También, Cecilia Todesca (Vicejefatura de Gabinete), Vilma Ibarra (Secretaría Legal y Técnica), Mercedes Marco del Pont (AFIP), Malena Galmarini (AYSA) y la subsecretaria de Asuntos Parlamentarios, Cecilia Gómez Mirada, entre otras. El objetivo era transversalizar la perspectiva de género en el Estado y, más ambicioso, transformar la política.
Muy poco tiempo después apareció el desafío más difícil, donde se vería el alcance de esta red femenina y feminista: todas reconocen que el grupo fue fundamental para atravesar la pandemia de COVID-19. Juntas trabajaron –muchas veces invisibilizadas- desde la planificación del IFE hasta la gestión y distribución de las vacunas y la redacción, rosca y aprobación de leyes como la de Interrupción Voluntaria del Embarazo y la de los 1000 días.
El colectivo, sin embargo, no fue ajeno a las internas del frente gobernante, que explotaban en todos y cada uno de los ministerios y ponían escollos a la ejecución de programas y políticas públicas. “El fuego amigo nos hizo mucho daño”, sostiene una ex alta funcionaria del gobierno de Fernández-Fernández. “El quilombo político nos superó como feministas populares”, ilustra.
Mujeres, fuego amigo y derrota electoral
El esmerilamiento permanente producto de las internas entre los sectores del Frente de Todos y los desacuerdos particulares que surgieron entre las propias feministas durante la gestión fueron una parte de la historia. Lo que verdaderamente terminó de desintegrar el espacio de Mujeres gobernando, que en sus inicios fue ejemplo y objeto de estudio a nivel global, fue la derrota del panperonismo en las elecciones legislativas de 2021. Allí se hizo público lo que ya se intuía en la campaña: la idea de que la ampliación de derechos, impulsada por las feministas en el Estado y las feministas en las calles, era en gran parte “culpable” del fracaso electoral.
Con esa excusa, el gobierno de entonces corrió a las mujeres y apeló al “volumen político”, sinónimo de “vieja política” en los casos de Juan Manzur en la Jefatura de Gabinete y de Aníbal Fernández en Seguridad.
Este recorte de funcionarias avanzó con el tiempo y en junio de 2022, a la salida de mujeres de las distintas áreas del Gobierno se sumó el éxodo de funcionarias massistas del grupo de Whatsapp de Mujeres gobernando, encabezadas por Malena Galmarini. En su entorno explicaron que aquella salida significó una muestra de descontento con la falta de espacios de debate y discusión dentro de la coalición. “En época de grupos de Whatsapp, la manera de dejar claro el descontento es irse de ese chat”, describió una persona del Frente Renovador y aclaró que la unidad no está en cuestión, sino que la demanda es que sus voces sean escuchadas.
¿Dónde están hoy?
En estos días, Galmarini festeja desde la tribuna de la Legislatura de la provincia de Buenos Aires la aprobación de la ley de Endometriosis, uno de sus proyectos de cabecera en estos tiempos, mientras rearma sus tropas para "volver a dar pelea". Ibarra, al igual que Cecilia Todesca, trabaja en la Auditoria General de la Nación y es una de las exfuncionarias que más críticas públicas formula al gobierno de Milei.
Por su parte, D’Alessandro está dando los toques finales a un nuevo libro, tiene un programa de streaming económico en el flamante EVA TVy también sigue activa en el debate político. Gómez Alcorta, en cambio, prefiere el bajo perfil. Volvió a su estudio jurídico y, aunque apareció en una foto junto al jefe de Gabinete bonaerense, Carlos Bianco, no quiere hacer declaraciones públicas. Carla Vizzotti, una de las funcionarias más hostigadas dentro y fuera de aquel gobierno, prefirió alejarse del foco público para volver al ruedo más adelante. Gómez Mirada ocupa la Subsecretaría de Gestión y Eficacia Administrativa de la Municipalidad de La Plata.
Cada una, a su manera, trata de recuperarse de las esquirlas que les dejó la gestión. Todas siguen tejiendo redes y son conscientes de que el gobierno de Milei eligió a las feministas como enemigas y de que las estrategias para abrir otra etapa deberán ser, necesariamente, colectivas.
