Respondió a una pregunta insistente de Rodrigo De Loredo, jefe del bloque UCR, molesto porque los funcionarios del Gobierno que caminan por los pasillos legislativos habían sugerido en el Senado que los cambios negociados en esa Cámara tenían el visto bueno en Diputados. Nada de eso era cierto.
Tanto en la Casa Rosada como el oficialismo de la cámara baja quedaron conformes con la reunión de Francos y las autoridades de bloque y no imaginan que puedan perder votos respecto a la votación del 30 de abril. Ese día, la reversión de Ganancias (que baja los mínimos imponibles a $1,8 millones para solteros y $ 2,2 para casados) fue aprobada con 132 votos, sólo tres más que la mayoría del recinto.
La reforma fiscal que se pide
Fuentes de la Casa Rosada y del oficialismo de Diputados coincidieron en ser “optimistas” sobre la votación de Ganancias, por el interés de los gobernadores de sumar fondos a través de la coparticipación federal.
En el Senado este capítulo fue bloqueado por los bloques de la Patagonia, presionados por los gremios portuarios y petroleros. Se incorporó al dictamen una suba del 22% al mínimo no imponible para la región, pero ni siquiera convenció a la totalidad de los referentes de la región.
En Diputados, los partidos australes votaron en contra de ese piso en abril y no lograron imponerse. En el PRO, por la Patagonia sólo se desmarcó la chubutense Ana Clara Romero, mientras que avalaron Martín Maquieyra (La Pampa) y Héctor Steffani (Tierra del Fuego). En la UCR pulsaron el botón verde los únicos dos representantes del sur del país: Pablo Cervi (Neuquén) y Roxana Reyes (Santa Cruz).
En el partido centenario hay una fuerte presión de los gobernadores para bajar los mínimos de Ganancias, porque impacta en sus arcas. En abril, sólo se opusieron a la reversión Facundo Manes, Pablo Juliano, Danya Tavela y Martín Tetaz, quien pidió castigar a Milei por haber prometido que no subiría impuestos.
Los votos están
En los despachos oficiales del Congreso circulan las versiones taquigráficas con la votación de Ganancias con una advertencia: “Si alguien que apoyó, decide no hacerlo, deberá explicarlo”. En el diccionario libertario no es otra cosa que un preaviso de potenciales ataques virales en las redes sociales, que en estos meses lograron amedrentar a figuras de la oposición.
Por si acaso, el oficialismo buscará una ayuda extra para recuperar votos en Ganancias. La mira está puesta en las abstenciones y las ausencias de abril.
Entre las primeras hay tres de Unión por la Patria que pueden apoyar este capítulo: Fernanda Ávila, Silvana Ginocchio y Dante López Rodríguez. Son cercanos al gobernador de Catamarca, Raúl Jalil, quien en el Senado ayudó con Guillermo Andrada.
También se abstuvo la diputada Paula Oliveto, de la Coalición Cívica. Su compañera de bloque Mónica Frade se ausentó. Los otros cuatro miembros de la Coalición Cívica votaron a favor y fueron decisivos.
El PRO tuvo dos sillas vacías en esa votación que el jueves 27 deberían ocuparse: las de Gerardo Milman (cercano a Patricia Bullrich) y Álvaro González, quien no asistió a la sesión por problemas de salud. Su amistad con Horacio Rodríguez Larreta genera siempre sospechas en el oficialismo.
La reforma de Bienes Personales (que sube los mínimos para gravar y adelantar pagos para pisar alícuotas por 15 años), tuvo 142 votos en abril. Deberían perderse 14 votos para que pueda caerse.
Aerolíneas, en riesgo
Como explicó Letra P, ante los diputados Francos no se preocupó por sostener los cambios del Senado a la ley ómnibus. El ministro rescató algunas correcciones técnicas al Registro de Incentivos a las Grandes Inversiones (RIGI), pero no está de acuerdo con acotar los rubros a favorecer. Es uno de los debates abiertos.
El futuro de Aerolíneas Argentinas puede ser uno de los temas centrales del debate en Diputados. El Gobierno aceptó quitarlo de la lista en el Senado porque no tenía los votos y estaba al tanto de una rebelión en algunos bloques dialoguistas de la cámara baja, entre ellos el PRO. Los gremios aeronáuticos activaron una fuerte presión a cada referente del Congreso que pisa los aeropuertos, sobre todo en la Patagonia.
Este jueves, ante las autoridades de Diputados, Francos fue claro: quiere aprobar el capítulo de privatizaciones tal como salió de esa cámara, con Aerolíneas, Correo Argentino, Radio y Televisión Pública, adentro.
La compañía aérea es la que más le interesa al jefe de Gabinete poner en venta. En la reunión contó que hay tres posibles compradores, pero se negó a dar nombres.
El capítulo de privatizaciones fue aprobado en Diputados con 138 votos. Para desecharlo, debería haber diez miembros de la cámara baja que cambien de postura. En la UCR y HCF no hay arrepentidos de esa decisión. Pero si muchos empezaron a sentir de los embarques.
El sector radical cercano a gobernadores mantiene la hipótesis de que la población vulnerable no deben financiar con sus impuestos el déficit de Aerolíneas -en caso de existir- y se pide cubrir destinos no rentables con concesiones. Será una de las principales batallas de estos diez días. Tal vez la principal.
