El ministro de Salud porteño, Fernán Quirós, se enteró después de su par de Gobierno, Jorge Macri, que no sería el candidato del PRO para suceder al jefe de Gobierno, Horacio Rodríguez Larreta. La forma en la que le llegó la mala noticia le molestó, pero en todas las conversaciones que mantuvo después de conocerla excusó al alcalde al afirmar que “piensa puramente en la elección nacional”. De esta forma, el médico no llegó a probarse un traje de candidato que, paradójicamente, hasta hace poco no quería usar.
Diez horas después del anuncio de Larreta, el ministro publicó una carta pública. "Como les comunicó Horacio, Jorge tiene en las encuestas tomadas una intención de voto muy consolidada y yo una potencialidad muy auspiciosa. En consecuencia, llegamos a un acuerdo político que nos permitiera cumplir los objetivos del párrafo precedente priorizando la unidad del espacio. Confío en el liderazgo de Horacio y en la determinación de Jorge para seguir mejorando la calidad de vida de los argentinos y los porteños", sostuvo Quirós.
El ministro fue el único de los candidatos del larretismo puro que llegó al final de la contienda, pero siempre tuvo claro que su suerte estaba atada a lo que decidiera el jefe de Gobierno porteño, que está condicionado por su carrera rumbo a la Casa Rosada. “Fue la solución menos costosa”, remarcó uno de los armadores que trabajó para la candidatura de Quirós.
Para varios de los integrantes de la cúpula del PRO, el jefe de Gobierno forzó esta situación para precipitar un enfrentamiento cara a cara con el expresidente Mauricio Macri, quien a su vez sembró sospechas de un acuerdo entre su sucesor en la Ciudad con el senador radical Martín Lousteau para dejarle el camino libre en el distrito que vio nacer al partido amarillo.
“Para una persona que tiene todo planificado como Horacio es raro que no pueda poner al candidato en el distrito que gobierna. A menos que la explicación sea otra”, remarcó la misma fuente del entorno de Quirós, convencida de la tesis macrista, por la cual Larreta mantiene un acuerdo subterráneo con Lousteau o porque acordó que Jorge Macri diga abiertamente que no ve a la titular del PRO en uso de licencia, Patricia Bullrich, con chances de llegar a la Casa Rosada. Mientras Larreta fogoneaba alternativas, la exministra de Seguridad se mostró con el primo del expresidente después de bajar a sus propios aspirantes.
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El propio Quirós, en una entrevista con Letra P, dijo que sus aspiraciones personales estaban supeditadas al proyecto presidencialista de Larreta. Esa frase que el ministro de Salud repitió, repite y repetirá como mantra fue producto de largas conversaciones con quien lo acercó al PRO y llegó a ser su principal asesor político, el exministro de Infraestructura bonaerense, Roberto Gigante.
Fue Gigante quien en 2021 le explicó a Quirós, cuando se enteró que Larreta lo había mandado a medir, que el manejo de la pandemia le daba una instalación e imagen que no tenía casi nadie más en un gabinete porteño que suele quedar eclipsado por el mote del "equipo de Horacio". No aceptó ninguna candidatura legislativa entonces, a la espera de una chance ejecutiva. Ese antecedente obliga a pensar que su futuro en 2023 no pasará tampoco por una lista al Congreso.
Quirós esperó horas para hacer una declaración pública. "Siempre dije que, en estos momentos tan duros de la Argentina, la sociedad se merecía un proceso de elección del precandidato del PRO que sea respetuoso, sin personalismos y sobre todo basado en la expresión mayoritaria de la sociedad a través de los instrumentos que tenemos a la mano, aunque no sean perfectos", afirmó en su carta el ministro.
Una primera lectura del entorno del médico llegó de parte de la Coalición Cívica, que se contó entre sus principales aliados. “Se aceptó un mecanismo, así que ahora se acepta el resultado”, sostuvieron desde el espacio que fundó la exdiputada Elisa Carrió, evitando agitar las aguas de Juntos por el Cambio que ya bastante convulsionadas están.