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Las telco tienen más reclamos para Javier Milei que miedo al desembarco de Elon Musk

Empresas celebran, pero piden derogar el decreto 690 que las califica como servicio público. Negocio millonario e intereses cruzados. ARSAT en la mira extranjera.

La inclusión en el decretazo de la liberación del mercado de la comunicación satelital, abriéndole las puertas a la empresa Starlink del magnate Elon Musk, hizo menos ruido en las telco con presencia en el país - Claro, Movistar y Telecom- que la decisión del presidente Javier Milei de no derogar el decreto 690/20 de Alberto Fernández que declaró la telefonía móvil y el acceso a internet como un servicio público esencial en plena pandemia de coronavirus.

Las empresas de telecomunicación y tecnológicas de la información celebran el espíritu del DNU 70/23 y el impacto que tendrá en el sector; pero coinciden en reprocharle a Milei que no haya aprovechado ese impulso desregulador para eliminar ese punto que estableció el control de los precios por parte de la autoridad de aplicación y derivó en acciones judiciales.

Además de lamentar que ni el decretazo ni la ley ómnibus incluyera esa novedad, se quejan de que no se hayan oficializado todavía los nombramientos de las nuevas autoridades del Ente Nacional de Comunicaciones (Enacom), bajo la órbita de la megacartera de Infraestructura a cargo de Guillermo Ferraro.

Complementarias, no competidoras

El servicio de internet de Starlink, basado en una constelación de satélites de órbita baja, está destinado a zonas rurales, a empresas mineras, petroleras, de energía, pesqueras que operan alejadas de los centros urbanos. Es todavía muy caro y la conexión, aunque muy estable, más lenta que la que brindan las telco en el país, que ya tienen cableadas con fibra óptica hasta en ciudades de 30.000 habitantes.

Carlos Slim

Musk, desde el espacio, y el mexicano Carlos Slim (Claro), Héctor Magnetto (Clarín-Telecom) y Telefónica de España (Movistar) con la fibra óptica terrestre son, por ahora, jugadoras complementarias y no competidoras.

Expertos del sector consultados por Letra P afirmaron que el servicio de internet satelital tiene enorme potencial y que se está acelerando el desarrollo tecnológico. Hasta la Empresa Argentina de Soluciones Satelitales (ARSAT), incluida entre las que van camino a privatizarse, ofrecerá internet más segura y estable a partir del lanzamiento de un nuevo satélite. El segmento de internet satelital generará, estiman, un volumen de negocios de aproximadamente 40.000 millones de dólares en los próximos cuatro años.

Quiénes compiten con Musk

Musk vendrá a competir directamente con dos empresas privadas que ya venden el servicio de banda ancha satelital, pero desde satélites que orbitan más alto.

Una es Orbith, un desprendimiento de DirecTV, cuyo dueño es Antonio Tabanelli y cuya familia controla la empresa Boldt, del sector juegos de azar y casinos con base en la provincia de Buenos Aires. La otra es Servicio Satelital SA, cuyo presidente es Eduardo Lema, un expertise en el sector de comunicaciones de empresas petroleras.

La antena para instalar la banda ancha de Orbith cuesta $ 70 mil, más el abono mensual. En Chile, Starlink tiene un paquete básico u$s 600 de equipamiento y u$s 100 de abono.

Milei contribuyó al marketing de la empresa de Musk, aunque el Enacom ya le había aprobado la licencia para operar con banda ancha satelital desde 2022. En rigor, ahora, la desregulación le permite presentarse y usar el espectro sin tener que cumplir requisito alguno.

Intereses cruzados

El decretazo de Milei equipara la tecnología satelital al resto de la industria de Tecnología de la Información y las Telecomunicaciones (TIC); y habilita también a las telco a brindar un servicio satelital de internet o de contenidos de televisión.

Esto puede configurar un desafío para Magnetto (Cablevisión), que brinda televisión por internet; y para Direct TV, del holding Vrio, cuyo dueño es el grupo Werthein de la familia del flamante embajador en los Estados Unidos, Gerardo Werthein.

héctor magnetto magnetto

“Por ahora no es atractivo para las telco ponerse a invertir en infraestructura para televisión satelital, aunque puede ser un negocio de futuro para todo lo quede fuera del alcance de la fibra óptica”, dijeron a Letra P fuentes de las operadoras del sector.

El decretazo también le desbloquea a Werthein la posibilidad de sumar otros medios de comunicación; hasta ahora vedados a quienes son propietarios de un medio satelital.

Magnetto aprobó el decretazo de Milei a través de la Asociación Empresaria Argentina (AEA); pero tiene motivos más contundentes que la televisión satelital para celebrar: el DNU elimina el límite nacional de 15 licencias de TV, por lo que podrá tener centenares de canales y radios, y manteniendo el número por localidad.

ARSAT en la mira extranjera

"ARSAT es un negocio que le interesa directamente al mexicano a Slim, dueño de Claro, aunque no se si este es el momento en que se va a meter", explicó una fuente interesada del sector de las telecomunicaciones. La telco estatal, ahora en venta, tiene tres eslabones: la red de fibra, los satélites y su órbita; y el call center. El motivo del interés de Slim por ARSAT radica en que de los 34 mil kilómetros de la red de fibra óptica, Claro tiene sólo 8.000 kilómetros interurbano, contra los 25.000 kilómetros de Movistar.

ARSAT cuenta también con dos satélites geoestacionarios que brindan servicios de radio y televisión y el espacio orbital, que también es importante; y un próximo satélite listo para lanzar que va a brindar un servicio de internet más estable. Una reserva de espectro para servicio de telefonía 5G y un Data Center de última tecnología.

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