NUEVO GOBIERNO | EL AJUSTE

La inflación de Toto Caputo, un numerazo

El ministro de Economía, ¿en andas? Lo que anticipa el IPC porteño. El acelerador del dólar, el freno del consumo y los aumentos por venir. Marzo, un fantasma.

"Treinta por ciento es un numerazo. Es un espanto, claro, pero veníamos para un 45%. Si lo metemos en 30 es un logro fenomenal, abatimos un tercio en un mes. Hay un desastre inflacionario, pero si es del 30, tienen que sacarlo a pasear en andas" a Toto Caputo, hizo trampa el domingo Javier Milei en una entrevista radial. El Índice de Precios al Consumidor de la Ciudad de Buenos Aires (IPCBA) de diciembre, 21,1% y menor que el temido, lleva a preguntarse si lo que el INDEC anunciará este jueves no será todavía menor que el 30% mentado por el Presidente, lo que le permitiría al Gobierno intentar la conversión de una pésima noticia –tal como vienen las cosas, el número que sea– en un "éxito" del ministro de Economía.

Milei hizo trampa porque, en rigor, la inflación del mes pasado nunca apuntó al 45%, un paso antes del umbral del 50% que algunas definiciones teóricas establecen como mojón para hablar de hiperinflación. De acuerdo con el Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM), la encuesta mensual que realiza el Banco Central entre analistas del mercado, en noviembre estos esperaban un IPC del 17,1%, promedio que subía al 18,4% entre los mejores pronosticadores de esa variable.

Entonces, ¿un 30% sería para sacar en andas a Caputo y un veintipico, para consagrarlo campeón olímpico? No parece. Lo que medió entre el REM mencionado y lo que el INDEC anuncie el jueves surge del disclaimer con el que el BCRA abrió la última edición de ese trabajo: "En el presente informe, publicado el día 13 de diciembre de 2023, se difunden los resultados del relevamiento realizado entre los días 28 y 30 de noviembre de 2023, previo a las medidas económicas anunciadas el 12 de diciembre de 2023". En el medio pasó el Caputazo, la suba de 118% del dólar oficial y la disparada de los combustibles, elementos clave de un plan de ajuste que este medio calificó de desmesurado e inequitativo.

¿Urbi et orbe?

El índice porteño y el nacional tienen, en general, una elevada correlación, aunque en este caso cabe poner un signo de interrogación debido a las peculiaridades del cambio de los precios relativos producto de la política oficial de retirada del Estado y suelta de precios.

unnamed.png

El promedio del 21,1% está compuesto de un 30,4% en bienes y de un 14,2% en servicios. Según explica Ismael Bermúdez en Clarín, "la medición a nivel nacional del INDEC (…) arrojará un índice mayor por cuanto los servicios tienen una alta ponderación en la Ciudad (casi del 60%) con relación al resto del país y los alimentos un peso menor". En efecto, el instituto nacional de estadísticas realiza "un relevamiento de precios distribuido en 39 aglomerados urbanos de todas las provincias". Igualmente, ¿cabe esperar una "buena noticia", un número –o un "numerazo"– que se ubique más cerca del 25% que del 30% meneado por Milei? Pronto se sabrá.

El asunto no es menor, toda vez que la dinámica de los precios y su relación con la de los ingresos de la población es la madre de todas las batallas del gobierno de ultraderecha. Este se prepara para un enardecimiento del clima social cuando esté por concluir el verano y por comenzar el otoño, infeliz coincidencia entre el agotamiento del alivio del aguinaldo, la acumulación inflacionaria de tres meses, el descongelamiento tarifario, el freno de los salarios y el consumo, y la elevada estacionalidad de marzo. Eso concentrará, dicen en la Casa Rosada, la verdadera medida de la paciencia social, incluso en el segmento que votó por "el cambio".

Un dato interesante: según una encuesta de la consultora Sentimientos Públicos, "el 55% de los argentinos está a favor de la regulación estatal de los alquileres" e "incluso entre los votantes de Milei es mayoría la opción de intervención pública".

unnamed.png

El impacto que más duele

Un dato especialmente preocupante del IPCBA, que totalizó 198,4% en 2023, fue el del rubro Alimentos y bebidas no alcohólicas, que excedió largamente el promedio y cerró el último mes del año pasado en un alarmante 30,4%. Tal vez ahora se entienda que Jorge Macri haya advertido hace no mucho no solo sobre el crecimiento del hambre, sino particularmente sobre "el hambre de la clase media".

El impulso por "sacar a pasear en andas a Caputo" se diluye cuando se repara en que el mayor encarecimiento de la comida se produjo cuando la nueva administración liquidó el plan Precios Justos, que congelaba algunos precios de la canasta básica y limitaba el aumento de otros, menos sensibles. El control de precios o su negociación/regulación no son políticas antiinflacionarias, pero sí amortiguan ciertos impactos en el corto plazo, por lo que cabe preguntarse qué llevó al jefe de Estado y a su ministro de Economía a sacar todos los paragolpes en la curva de la megadevaluación.

El "sinceramiento" de precios no incluye uno clave, el salario, que sumó a un derrumbe de más del 20% desde 2018 una pérdida de entre 10 y 15% sólo el mes pasado. De ese modo, no sorprende que, según la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), las ventas minoristas hayan caído un 13,6% interanual en el último mes de 2023. La pobreza va a volar.

unnamed.png

En la mirada más corta, el combo negativo salarios-consumo hizo que el ímpetu inflacionario comenzara a perder aire, aunque no por las buenas razones. De acuerdo con la consultora LCG, "en la primera semana de enero, la inflación de alimentos desaceleró 2,6 puntos porcentuales respecto de la semana anterior". ¿Alentador? No tan rápido porque desde entonces "pasaron cosas"

Futuro imperfecto

El dólar volvió a hacer de las suyas en los últimas ruedas, lo que hace temer una nueva ronda de remarcaciones.

La racha alcista de los tipos de cambio paralelos se extendió este lunes, lo que llevó el sensible dólar contado con liquidación por encima de la barrera psicológica de los 1.200 pesos. Con eso, la brecha con el oficial mayorista se estiró, en un par de semanas, del 20% posdevaluación a un 47,6% que ya suena peligroso, sobre todo en virtud de su vertiginoso crecimiento.

unnamed.png

Todo esto, en principio, le pondría más combustible a la inflación de este mes, que, en el caso de la Ciudad de Buenos Aires tendrá, de arranque, un arrastre estadístico de cinco puntos porcentuales. ¿Influirá más en lo que ocurra en los próximos días y semanas el acelerador que presiona el billete verde o el freno que pisa el consumo gélido?

¡Dale gas!

Si de inflación se trata, otro dato relevante es lo que viene en materia tarifaria.

En la primera jornada de la audiencia pública sobre el gas, el secretario de Energía, Eduardo Rodríguez Chirillo, planteó la eliminación de los subsidios tan pronto como abril, producto de la eliminación de un tercio por mes desde febrero. ¿Eso es todo? No.

"Las empresas encargadas del transporte y la distribución, que no reciben subvenciones, pidieron recomponer sus ingresos con aumentos de entre 400% y 500%, (por lo que) las tarifas en el área metropolitana de Buenos Aires podrían subir, en promedio, 8.000 pesos en un mes, sin contar la quita de subsidios", relató La Nación.

Solo se mantendría la asistencia para los "sectores vulnerables", añadió Rodríguez Chirillo, quien no llegó a definir ese universo ni a cuantificar el tamaño de la ayuda.

https://publish.twitter.com/oembed?url=https%3A%2F%2Ftwitter.com%2FLetra_P%2Fstatus%2F1744398621548609687&partner=&hide_thread=false

A esto se sumará lo que ocurra con las tarifas de luz y transporte. Estas últimas se actualizarán todos los meses. ¿También lo harán, al menos en línea con la inflación, los ingresos –formales e informales– y las jubilaciones?

Así las cosas, parece difícil que la inflación de enero no se parezca a la de diciembre y que la de marzo, un mes tradicionalmente caliente en ese rubro, no vuelva a sorprender para mal. ¿Qué pasaría entonces con un dólar que se irá atrasando, con las ganas de los exportadores de soja de liquidar sus divisas en esas condiciones y con una posible reedición de las remarcaciones?

El pronóstico del clima viene negativo: Milei fue recibido ayer con un cacerolazo tras su llamativamente tardía mudanza a Olivos.

Ancla se busca

El ancla del programa económico, dice el Gobierno, es fiscal; en verdad, es salarial y recesiva. Sin embargo, de acuerdo con lo que viene, podría no alcanzar con ninguna de esas cosas.

El Gobierno apunta a reforzar las expectativas de los agentes económicos –salvo las de la población en general– a través del reseteo del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI).

Las negociaciones se retomaron este lunes, tras varios días de anuncios y demoras, en la Casa Rosada, con la presencia de Caputo y del jefe de Gabinete, Nicolás Posse. Del otro lado estuvieron el subdirector del Departamento del Hemisferio Occidental, Luis Cubeddu; el jefe de la misión enviada desde Washington, Ashvin Ahuja; y el representante en nuestro país, Ben Kelmanson. Los contactos, en los que los argentinos buscan nuevos fondos para hacer frente a los vencimientos por venir y los representantes del organismo seguridades en materia fiscal, monetaria y de gobernabilidad, continuarán en los próximos días.

Lo que se definirá es el sendero de objetivos económicos para el año. En ese sentido, Eugenia Muzio te cuenta en Letra P cuáles son los números de inflación, dólar y saldo fiscal que definirán el éxito o el fracaso del experimento paleolibertario.

milei apura la dolarizacion (y el circulo rojo lo sabe)
Toto Caputo sale de la Casa Rosada

También te puede interesar