WASHINGTON (Enviada especial) "Es Massa contra Milei", auguran alrededor del ministro de Economía y candidato presidencial entre reunión y reunión en Washington. Sergio Massa se mueve como el titular de Hacienda para negociar créditos con organismos internacionales y así lo hará en la sede del Fondo Monetario Internacional (FMI) para explicarle el miércoles a Kristalina Georgieva el impacto de las medidas para compensar la devaluación. Pero ante funcionarios de Estados Unidos también se muestra como candidato presidencial para analizar el resultado de las PASO. Ahí el tigrense cambia rápido de traje y se ocupa de advertir que con el economista libertario, la estabilidad pende de un hilo y la dolarización puede perjudicar a la Casa Blanca.
El lunes por la mañana, horas antes de partir a destino, el titular de la cartera económica charló con la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner. A punto de poner en marcha un paquete de medidas económicas, de negociar desembolsos y asistir a la cumbre con del FMI, la titular del Senado le preguntó por la política. "¿Cómo la ves?", fue el disparador. La respuesta del ministro se replicó en las esperanzas del massismo que apuesta a un eventual ballotage. "Mientras Milei ofrece una dolarización extrema que en todos los ambientes financieros y políticos de EE.UU. consideran un desastre, Massa defiende nuestra soberanía financiera", contraponen.
Este martes la agenda en la capital estadounidense comenzó con visitas al Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Entre ambas, Massa consiguió U$S 1300 millones de financiamiento extra para proyectos específicos. En ambas reuniones hubo inquietud por parte de los equipos sobre el batacazo de Javier Milei y su influencia en la economía. Incluso el BID pidió una entrevista con una de las fuerzas opositoras. Las fuentes no se arriesgaron a decir si era Juntos por el Cambio o La Libertad Avanza.
Por la tarde, la agenda del ministro terminó y entonces arrancó la del candidato. Massa se juntó con los funcionarios del Tesoro Jay Shambaugh y Michael Kaplan. "Aprovechamos el viaje a Washington para tomar un café", se limitaron a decir en el entorno del tigrense y afirmaron que se tocó la agenda bilateral relacionada al comercio y las inversiones de empresas estadounidenses en Argentina. Por la noche, el aspirante presidencial se reunirá con otros integrantes del gobierno de Joe Biden. Fue una invitación oficial y el aspirante aprovechará para agitar el fantasma de un contrincante que puede reconstruir la economía argentina utilizando su moneda y eliminando la política monetaria para, al final, depender de la Reserva Federal norteamericana.
Cerca de Massa juran que en la Casa Blanca ven como un problema tener otro país dependiendo de su moneda. En el massismo promocionan una salida a la encrucijada electoral de tercios, con el libertario acechando como el favorito para octubre: un gobierno de unidad de representación de todas las fuerzas. El propio compañero de fórmula de Massa, Agustín Rossi, lo dijo en una entrevista radial: "Si es Presidente va a hacer una convocatoria amplia porque nos enfrentamos a un candidato que ni siquiera reivindica contundentemente la democracia, así que es momento de buscar denominadores comunes", dijo el jefe de Gabinete.
En el FMI tampoco miran con buenos ojos el plan libertario. Milei ya les presentó su reforma económica en un Zoom que mantuvieron con el economista y el exasesor menemista Darío Epstein. Hablaron de dolarización, pero no fue el caballito de batalla de la conversación, como sí lo fue durante la campaña electoral de quien fue el candidato más votado en las primarias del 13 de agosto. Fuentes entendidas en el tema explicaron que el organismo quiere que Argentina junte reservas para pagar lo que debe.
Con esa premisa continuará este miércoles la agenda de la gira en Estados Unidos. A las 10, Massa se pondrá el doble traje para encontrarse con Brian Nichols, funcionario del gobierno de Biden para asuntos de América Latina. A las 15 irá a su bilateral con Georgieva para que el ministro consiga los fondos que necesita el candidato para encarar la campaña de cara a las generales.