El peronismo porteño, con Leandro Santoro a la cabeza, busca dar el batacazo en las elecciones de la Ciudad de Buenos Aires del 18 de mayo. Con ese objetivo, la consultora Ana Iparraguirre y Juan Manuel Olmos diseñaron una estrategia de campaña localista para aprovecharse de la fragmentación de la derecha porteña.
La dupla funciona en tándem, alejado del símbolo del gurú que dejó Jaime Durán Barba impregnado en la política argentina. Y antes de que termine esta semana, Es Ahora Buenos Aires, el nuevo sello del peronismo, va a echar a rodar la campaña callejera que incluirá pintadas, afiches y presencia en los medios de comunicación. Centrados siempre en imprimirle una lógica localista, pero sin dejar de la mira a la gestión libertaria nacional, la apuesta será mostrar una opción alternativa de Ciudad.
La consultora detrás del cambio de estrategia
El primer paso fue cambiar de nombre y abandonar el sello Unión por la Patria, con el que compitió en 2023 y que permitió cosechar el 32% de los votos. Los cambios alcanzan también la propuesta estética y la paleta de colores que después de una década y media va a dejar de estar representada por azul o celeste y blanco, ligados a los frente electorales impulsados por el kirchnerismo, para vincularse con la gama de colores verdes.
Detrás de esos cambios está Ana Iparraguirre, una consultora especializada en estrategias de comunicación política y electoral. Politóloga, recibida en la Universidad de San Andrés y con títulos de posgrado en George Washington University, Iparraguirre cuenta con una extensa trayectoria en opinión pública, big data y campañas en diferentes países de la región y en Estados Unidos, donde trabajó para el partido Demócrata. En Argentina, encabezó las estrategias de campaña de Daniel Scioli en 2015 y de reelección de Juan Schiaretti en 2019.
Iparraguirre junto a Juan Manuel Olmos, el nuevo hombre fuerte del peronismo metropolitano, que oficia de jefe de campaña de Es Ahora Buenos Aires, resolvieron los ejes estratégicos que se van a desplegar para enfrentar por partes igual al macrismo y a los libertarios. Apurados por lo que concibe que es una campaña corta y exigente plantaron como comando electoral un local de Nuevo Espacio de Participación, en el centro porteño.
Un juego de contrastes
En esas mismas oficinas se definieron las líneas organizadoras del discurso que ya se ve por redes sociales y que va a empezar a difundirse en carteles de vía pública en las próximas horas. El eje central, que ya anticipó Santoro en algunas de sus intervenciones mediáticas, será apuntar contra la política de la crueldad, que se instaló durante el último año principalmente por obra del gobierno de Javier Milei, pero también con medidas adoptadas por el gobierno de Jorge Macri.
El maltrato público desde los espacio privilegiados que da el poder, la recurrente represión policial a las protestas de jubilados, la reducción de las políticas de asistencia y el desalojo de sin techos, son algunos de los ejemplos a los que se va a recurrir para exponer la crueldad desplegada por los gobiernos de la Nación y la Ciudad. A esos ejemplos, se van a contraponer propuestas de políticas públicas para abordar de un modo humanista las mismas problemáticas.
Las propuestas van a estar centradas en la Ciudad pero la crítica al relato impuesto, no. Al contrario, en el peronismo creen que ese enfoque también les va a permitir no descuidar las críticas a La Libertad Avanza, que lleva de candidato a Manuel Adorni, uno de sus principales caras visibles. En el búnker de Es Ahora Buenos Aires están convencidos que el macrismo está atrapado entre la retórica ultra de los libertarios y la necesidad de retener el voto progresista que le proporcionó la UCR durante los últimos años.
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Leandro Santoro.
Un peronismo contra el abandono de la Ciudad
La pelea contra la crueldad de la derecha como eje para criticar por igual a libertarios y macristas, va a convivir con la campaña central que va a estar enfocada en la Ciudad de Buenos Aires. O mejor dicho, lo que en el comando de campaña definen como el abandono de la Ciudad por parte del Pro. Incluso desde antes de la llegada de Jorge Macri, pero sobre todo, planteando que el Pro ya cumplió su ciclo después de 18 años al frente del Ejecutivo local.
La estrategia ya empezó a desplegarse con una campaña tradicional, que se desarrolla en los barrios y comunas, donde los candidatos participan de recorridas junto a los referentes barriales. El objetivo es recabar las experiencias y ejemplos del abandono local a través de los propios habitantes de los barrios, que se van a asimilar como parte de la campaña.
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En paralelo, Santoro encabeza un raid mediático, ya en curso, donde expondrá los ejemplos de abandono para graficar la necesidad de un cambio de signo al frente de Uspallata. El eje del cuestionamiento es la transferencia de las funciones públicas al sector privado mediante licitaciones de los principales servicios públicos.
En principio, las críticas no van a apuntar a una estatización o rescisión de los contratos, sino a la necesidad de imprimirle transparencia a los procesos de contratación pero sobre todo a la inacción del gobierno porteño para hacerlos cumplir. El caso testigo será, muy probablemente, el de la recolección de residuos y la limpieza general de la Ciudad, que creen que es el talón de Aquiles de la gestión actual.