La interna a cielo abierto desatada en la UCR entre la conducción partidaria y el sector que responde a los gobernadores parece, por ahora, no derramar en Buenos Aires, donde el radicalismo buscar fortalecerse, no sin plantearse discusiones ante la “crisis de identidad” que atraviesa.
Si bien las fuentes consultadas por Letra P coinciden en que hay un desconcierto general en el sistema político que cruza las fronteras radicales y penetra en el PRO y el peronismo, tienen una certeza: con el presidente Javier Milei no van a ningún lado.
Amén de ello, asumen que el radicalismo debe hacer equilibrio no sólo entre las críticas del presidente del partido, Martín Lousteau, al gobierno de Milei, y el sector que responde a los gobernadores, denominado Grupo Malbec o Causa Federal; sino que también debe cuidarse de no caer en un discurso que se acerque al del peronismo, siempre cuestionado por el electorado boinablanca. Intuyen que sus votantes aún están más enojados con el pasado que con el nuevo gobierno.
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El Grupo Malbec, con gobernadores de la UCR que acompañaron a Patricia Bullrich en 2023.
La interna de la UCR: Martín Lousteau vs. gobernadores
Dirigentes radicales de Buenos Aires comprenden la situación del sector dialoguista, atendiendo las necesidades de quienes deben gestionar sus provincias manteniendo sintonía fina con el gobierno nacional, dueño del látigo y la billetera. Ven en el Grupo Malbec un espacio que no le dice todo que sí al oficialismo –como el PRO, apuntan-, pero que debe colaborar. No jugar con el peronismo y preservar la herramienta política es la cuestión. Allí ven a Lousteau sosteniendo en alto las banderas del radicalismo pero “sin el poder real”, que tienen los gobernadores. “Tienen que sentarse en una mesa y ver cómo salir juntos, aunque a alguno no le guste”, propone un legislador de la provincia.
En la Legislatura bonaerense, los bloques de la UCR nuclean a la corriente Adelante, que conduce Maximiliano Abad –este jueves se abstuvo en la votación que rechazó el DNU en el Senado- y a la línea Evolución, liderada por Lousteau. Allí entienden que hay cambios propuestos por Milei que nadie se atrevió a hacer y que apoyan, como reducir el déficit y el gasto público, pero que no está bien hacerlo con sus modos, su falta de federalismo y la confrontación permanente. Se sienten insultados por el Presidente –lo fueron-.
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Maximiliano Abad, Facundo Manes y Gustavo Posse.
La discusión interna en Buenos Aires
Otra dirigente correligionaria observa que la UCR sufre falencias importantes, como la falta de disciplina política, sin lineamientos ni una posición que incluya a todos los sectores internos. Se para en el argumento de que el presidente del partido a nivel nacional vota una cosa y el titular en la provincia, otra. Ambos son senadores nacionales. Con todo, no cree necesario que el Comité provincia ni otras expresiones partidarias fijen una postura. “No habrá comunicado ni otro tipo de posicionamientos”, le aseguraron a este portal, aunque afirmaron que el partido se debe una discusión interna.
Renovación y cambio, a fin de año
Sobre los últimos meses de este año habrá renovación de autoridades partidarias en Buenos Aires y Abad no tiene posibilidad de reelección. Allí estará la tropa que lo sigue, con un buen músculo de intendentes y legisladores que buscarán la continuidad del espacio, y otro sector referenciado en Lousteau, de buen diálogo con la corriente liderada por el exintendente de San Isidro Gustavo Posse, que buscará poner un nombre propio en la conducción.
Al momento, es una incógnita el rol que querrá jugar el diputado Facundo Manes, crítico del gobierno nacional, pero que deberá recomponer relaciones con el partido tras su fallida candidatura presidencial del año pasado.