DESPUÉS DE LA INTERNACIÓN

La intimidad del papa Francisco en el Vaticano: terapias, trabajo y una convalecencia inquieta

La Casa Santa Marta está blindada y convertida en hospital. Agenda reducida, pero activa. El círculo íntimo. El concepto de “reposo”. Fechas marcadas en rojo.

El papa Francisco regresó al Vaticano con la determinación de cumplir su convalecencia, pero sin renunciar por completo a su misión al frente de la Iglesia. La habitación 201 de la Casa Santa Marta se convirtió en una especie de pequeño hospital equipado con monitores, una cama ortopédica y un equipo médico en alerta permanente.

Los médicos fueron claros: el papa debe evitar grandes esfuerzos, encuentros multitudinarios y cualquier actividad que comprometa su salud. En teoría, Francisco debería estar descansando, pero quienes lo conocen saben que relativiza el concepto de "reposo”.

La rutina estricta del papa Francisco

Desde su habitación en Santa Marta sigue en contacto con sus colaboradores más cercanos y toma decisiones clave para la Iglesia. “Si no, no sería Bergoglio”, comentan en los pasillos del Vaticano.

Cada día comienza con la celebración de la misa en la pequeña capilla del segundo piso de Santa Marta. Aunque su voz sigue recuperándose y su respiración requiere asistencia, el papa no pasa por alto el momento de la liturgia diaria.

papa francisco capilla gemelli.jpg
El papa Francisco en la capilla del Policlínico Gemelli

El papa Francisco en la capilla del Policlínico Gemelli

La capilla, de ambiente sobrio y recogido, se convirtió en el escenario donde transcurre buena parte de sus días entre oraciones, reflexiones y un trabajo pausado pero constante.

El círculo de confianza y poca pizza

Pocos tienen acceso a la habitación papal. Solo un grupo reducido de personas ingresa con regularidad: su enfermero personal, Massimiliano Strappetti; su mano derecha, Andrea Rinaldi, y el secretario de Estado, cardenal Pietro Parolin.

A ellos se sumó el subdirector del Departamento de Sanidad e Higiene del Vaticano, Luca Carbone, encargado de monitorear la evolución de Bergoglio las 24 horas.

La rutina del pontífice está cuidadosamente planificada: terapia respiratoria para fortalecer sus pulmones, ejercicios de fisioterapia para evitar el deterioro de su movilidad y oxigenoterapia nocturna para mejorar su recuperación.

Su dieta fue ajustada minuciosamente (N.deR.: poca pizza de mozzarella y tomates amarillos, su preferida; y menos alfajores El Nazareno, la marca artesanal de Córdoba que es su favorita) y cada detalle de su descanso se organiza para optimizar su mejoría.

Francisco no es un hombre que acate sin más las órdenes médicas. Dentro de sus restricciones, busca formas de continuar con su labor.

La audiencia general de los miércoles, por ejemplo, se transformó en una catequesis escrita, distribuida a la feligresía en su ausencia. Algo similar ocurre con el Ángelus dominical, en el que su mensaje es leído por un asistente o transmitido en un formato grabado.

Fechas marcadas en rojo

Pese a su convalecencia, hay dos momentos clave en el horizonte del papa. Uno es la cercanía de la Semana Santa, una de las celebraciones más significativas para la Iglesia, de la que Francisco espera participar, al menos en algunas instancias.

El Vaticano difundió este jueves el calendario de celebración y anunció que evalúa la posibilidad de que el papa imparta la bendición Urbi et Orbi durante el Domingo de Pascua (20 de abril); rito que el líder de la Iglesia no puede delegar en ningún cardenal ni colaborador.

PAPA FRANCISCO.jpg
El papa Francisco de regreso al Vaticano

El papa Francisco de regreso al Vaticano

Otra actividad en la que el pontífice quiere estar es la canonización de Carlo Acutis, el millennial considerado el “influencer de Dios”, a quien Bergoglio pone como ejemplo a la juventud. La ceremonia está agendada para el 27 de abril.

Mientras tanto, su equipo médico sigue con atención cada paso. La neumonía bilateral que lo llevó al Policlínico Gemelli lo debilitó más de lo que él quisiera admitir y su recuperación continúa.

Las recomendaciones son estrictas: evitar el contacto con niños pequeños, reducir las reuniones y permanecer en un ambiente controlado. Sin embargo, su espíritu inquieto y su vocación parecen más fuertes que cualquier diagnóstico.

El magisterio de la fragilidad

Andrea Tornielli, director editorial del Dicasterio para la Comunicación, destacó el impacto del mensaje de Francisco en estos días. Para el papa, su enfermedad y su recuperación también son una forma de enseñar.

“Francisco es un pastor, no un ejecutivo”, afirmó Tornielli. Según el editorialista vaticano, en cada gesto del pontífice se lee una lección sobre la fragilidad humana y la dignidad del sufrimiento.

“Su oración por la paz, pronunciada desde la cama del hospital Gemelli, fue una muestra de cómo sigue mirando el mundo con los ojos de un pastor que no abandona a su rebaño, aun en la debilidad”, puntualizó.

La vigilia de Nahuel Sotelo por el papa Francisco
Los candidatos para la sucesión del papa Francisco

También te puede interesar