Después de mucho tiempo, Sergio Massa tuvo un día de rosca frenética para comenzar a delinear la posición que tendrá el Frente Renovador (FR) de cara a la discusión interna para definir la estrategia electoral y las candidaturas que propondrá el peronismo en la próxima elección. Arrancó de mañana, encabezando un acto de gestión en San Fernando, donde mandó duros mensajes al albertismo; luego se encerró cuatro horas con su tropa bonaerense, tras lo cual dio un discurso acalorado, que fue transmitido en directo; y por la noche, al cierre de esta nota, segúa su viernes de furia reunido en su casa con un grupo de dirigentes cercanos. Las definiciones estarán recién el 10 de junio, cuando la fuerza realice el congreso partidario.
Hace tiempo que la tropa bonaerense le pedía a su conductor una reunión política donde se discutiera la posición que el espacio tomará en las elecciones de este año, además de insistir con un lanzamiento formal a la carrera por la Casa Rosada. Con el calendario electoral ya avanzado, Massa decidió que era hora y se sumergió durante toda la jornada en una discusión necesaria, aunque no concluyente, siempre postergada por la exigencia que demanda la botonera del Ministerio de Economía.
Un puñado de dirigentes permanecía esta noche reunido con Massa en su domicilio de Tigre. Hasta allí se trasladaron desde el salón de eventos Bahía Punta Chica ubicado en el distrito gobernado por Juan Andreotti. En ese encuentro vespertino tomaron la palabra quince dirigentes del espacio.
Según pudo reconstruir Letra P, parte de la conversación –por momento acalaroda– giró en torno a la inconveniencia de llegar a las PASO con varios candidatos enfrentados en una interna. “Es una locura competir con tipos que miden tres o cuatro puntos”, dijo a este medio alguien que participó del encuentro. El massismo advierte además sobre las consecuencias post primarias que podría causar un resultado malo, con el voto del panperonismo atomizado.
Tomaron la palabra el jefe comunal anfitrión, Andreotti; la presidenta de la Cámara de Diputados, Cecilia Moreau; el diputado Rubén Eslaiman; la titular de Aysa, Malena Galmarini; el cotitular de la CGT, Carlos Acuña; el ministro de Transporte de la nación, Diego Giuliano, y su par bonaerense, Jorge D’Onofrio; el gobernador de Chubut, Mariano Arcioni; la intendenta de Presidente Perón, Blanca Cantero, y el intendente de Las Heras, Javier Osuna, entre otros.
El ánimo de la tropa massista no fue el mejor tras el encuentro. La dirigencia consultada por Letra P mostró entre enojo y resignación. Tal vez esperaban que su jefe político les diera noticias más alentadoras sobre cómo se encaminaba la discusión interna. En el cierre, Massa reclamó que la oferta electoral que se acuerde sea “competitiva” y que le dé “sustentabilidad” al tramo final del gobierno; pidió “generosidad” e insistió en que “sin orden político no hay orden económico”.
El raid había empezado temprano, por la mañana, con la inauguración de un túnel bajo vías también en San Fernando. Desde el escenario, el ministro disparó munición gruesa: “No soy de los que se asusta frente a un desafío. Efectivamente, cuando había que agarrar la papa caliente y muchos de los que hoy se pasean por los canales hablando vanidosamente de candidaturas se metían abajo de la cama, nos paramos, pusimos el cuerpo y nos hicimos cargo”, lanzó, en un mensaje que pareció estar dirigido al presidente Alberto Fernández y los dirigentes a los que alienta a una postulación, como el embajador en Brasil, Daniel Scioli, y el jefe de Gabinete, Agustín Rossi.
