El gobernador sumó al amarillo Dellarossa, pero empodera a su tropa para recuperar la pampa gringa en 2026. Foresi, Passerini y Font, la línea del PJ.
Martín Llaryora sumó a su gabinete al exintendente de Marcos Juárez, pero apuesta a la estructura clásica del PJ para recuperar el bastión.
A poco menos de dos años de la elección municipal que abre el calendario electoral en Córdoba, Martín Llaryora refuerza su escudería para disputar el gobierno de Marcos Juárez. A la ya conocida incorporación del exintendente del PRO, Pedro Dellarossa, el gobernador se apoya en la dirigencia justicialista.
Ahora se le suma tiempo completo quien fuera director del Hospital Abel Ayerza, Eduardo Foresi. Y hay razones de sobra para el trabajo full time: el sudeste cordobés tiene una atracción especial para quienes conducen el poder desde el Panal, como se conoce a la casa de gobierno. Es un territorio considerado por su caudal de votos, pero más aún por el poderío económico que representa para las arcas provinciales.
A esta altura del calendario electoral, sin votaciones a la vista en la zona, precisamente los ojos están puestos en la ciudad que hace una década le regaló al PRO de Mauricio Macri el primer triunfo fuera del AMBA. En el 2026, la intendenta Sara Majorel finaliza su mandato y para el cordobesismo resulta un plato muy atractivo ocupar el Palacio 19 de Octubre.
Desde que realizaba sus visitas como candidato a gobernador, Llaryora percibió el llamado “kilómetro cero del cambio” como un punto estratégico. Acentuó la atracción desde el inicio su mandato y, pensando en la construcción a futuro, sumó a Dellarossa como jefe del Ministerio de Producción.
Cabe recordar que el ingeniero que apoyó la campaña nacional de Horacio Rodríguez Larreta fue clave en las últimas elecciones municipales de Marcos Juárez, al punto que logró obturar la campaña que el propio Juan Schiaretti, entonces gobernador, lideró en persona junto a Verónica Crescente, la funcionaria que no fue elegida para pelear la sucesión oficialista.
Ahora, con la posibilidad de contar con Foresi a tiempo completo dedicado a la región, el Partido Cordobés cuenta con una carta clave en su equipo para avanzar en los próximos años.
“El PJ perdió territorio en las últimas elecciones”, confesó un viejo referente del justicialismo a este medio, coincidiendo con el pensamiento del gobernador.
El licenciado en nutrición fue un hombre que siempre estuvo a disposición del partido, desde su dirección del Hospital Abel Ayerza -que atiende a pacientes de toda la región- construyó un nombre que lo colocó como referente.
Si bien en las elecciones municipales no obtuvo el respaldo suficiente para convertirse en intendente, logró forjar un caudal de apoyos que lo posiciona entre la dirigencia más importantes de la zona.
Desde su cargo de jefe de jurisdicción de zona sureste del Ministerio de Salud, la tarea a la que se dedicará full time tiene como espacio departamentos que le han sido esquivos al PJ. Desde su aporte en el aspecto sanitario, tanto público como privado, el cordobesismo sumará posicionamiento poco a poco.
Ya cuenta con el aporte de Germán Font, quien dejó la banca en el Concejo Deliberante marcosjuarense para encabezar la Subsecretaria de Biodesarrollo e Innovación Agropecuaria en el Ministerio de Agricultura.
A diario mantiene contacto directo con la producción agropecuaria, un sector que es de los más fuertes en la zona y tiene representatividad en las comunidades más pequeñas.
Tras su retorno a la actividad política partidaria después de varios años, Hernán Passerini, se sumó al equipo del gobernador. El hermano del intendente de la ciudad de Córdoba, Daniel Passerini, fue concejal de la ciudad por dos periodos. Ahora, en su nuevo rol tiene vínculo con el intendentismo del interior. Está al frente de la Dirección General de Desarrollo Regional y Local del gobierno de la Provincia.
Con este equipo trabajando en toda la región, el cordobesismo plantea una estrategia con tiempo para cuando llegue la hora de la verdad la moneda caiga a su favor. Recuperar un distrito como Marcos Juárez es un triunfo simbólico para ser el kilómetro cero del Partido Cordobés.