La paciencia ya no es una virtud de las fuerzas políticas que se presentaron, minutos antes de las 9 de este miércoles, en el Salón de los Pasos Perdidos de Tribunales II de la ciudad de Córdoba. El escrutinio definitivo de los votos de la elección provincial del domingo 25 de junio, también inició con demoras. Juntos por el Cambio (JxC), la fuerza que se encolumnó detrás de Luis Juez, está dispuesta a llevar hasta el extremo la pelea por el cotejamiento de las actas con los porcentajes informados por Ocasa, la empresa contratada para la organización de los comicios.
Juez lanzó el mismo grito de guerra de 2007, cuando quedó por debajo de Juan Schiaretti por 17000 votos. Esta vez, el gañido halcón fue por la red social del pajarito, aunque en declaraciones a La Red de este miércoles se mostró desesperanzado. Prometió que saludará a Martín Llaryora la semana que viene “siempre y cuando la Justicia haga lo que corresponda”.
La responsable del Juzgado Electoral, Marta Vidal, como en aquella época, otra vez en el ojo de la tormenta. La tecnología y la boleta única de sufragio no bastaron para evitar el déjá vu con la crisis política cordobesa más importante de los últimos 20 años.
La escudería judicial, esta vez, se movió rápido. Informó el lunes que el escrutinio se haría a la vieja usanza, desestimando la información digital enviada por el sistema Turing. Es decir, en cada mesa de validación se cotejará el acta de apertura, cierre y escrutinio original, con el acta de las fuerzas políticas.
De todas formas, JxC inicia el proceso con un mecanismo de presión. Fuentes del espacio anticiparon a Letra P que está listo el jury de enjuiciamiento para Vidal, Jorge Namur y Leonardo González Zamar. El jurado está integrado por el vocal de Tribunal Superior de Justicia, Luis Enrique Angulo; y las legisladoras Julieta Rinaldi, por el oficialismo; y Silvia Paleo y Daniela Gudiño, ambas por la oposición.
Para los aliancistas el Tribunal Electoral “encubre el verdadero resultado” e ignora la lista de presuntas inconsistencias detectadas por los fiscales de la oposición, expuestos por Marcos Ferrer, en el duelo de conferencias de prensa de la tarde del martes.
El vicegobernador y jefe de campaña de Martín Llaryora, Manuel Calvo, presentó una proyección final que amplía la ventaja con respecto al segundo en la tabla. “En base a esa confección de datos, el resultado da que nuestra fuerza política obtuvo 859.786 votos, contra los 797.418 votos de Juntos por el Cambio”, expuso.
https://twitter.com/Letra_P/status/1673813261043605504
La presión que JxC hace sobre Vidal es una respuesta a la pelotera de responsabilidades que se observan desde el domingo a la noche, cuando el contador se paró en un palo a palo entre los protagonistas. Altas fuentes confiaron a este portal que desde el Tribunal le pasaron factura al gobernador Juan Schiaretti por el margen ajustado para organizar el proceso electoral.
No es un guiño a los aliados, que acusaron al peronismo de especular con el cronograma electoral; tampoco un argumento de peso porque las fechas se conocieron dentro de los plazos legales. Más bien es un síntoma que expresa la ansiedad porque las respuestas finales demorarán, mientras se eleva la tensión entre JxC y el oficialismo provincial, en medio de la campaña por Capital.
Otro Juez
Las diferencias de contexto aumentan la presión en los magistrados que deberán probar que la elección fue limpia y transparente como plantean desde hace 72 horas.
Juez ya no está solo. Tiene a la UCR pechando con él por el conocimiento acabado del resultado electoral en todos los tramos. Aunque no lo reconocerán públicamente en lo inemdiato, sospechan que el recuento no cambiará la tendencia que colocó a Martín Llaryora como gobernador electo por tres puntos; pero está en juego la composición de la Legislatura y el Tribunal de Cuentas. Se trata de un chequeo exhaustivo que exigen para licuar dudas, pero para demostrar que ya no es un llanero solitario el que da la batalla.
La UCR no convalidó la denuncia de fraude de 2007. Las historias que cuenta el juecismo sobre este episodio rescatan la negativa de la representación legal del centenario partido, que no entregó las actas de sus fiscales para demostrar las supuestas irregularidades como les suplicaba Juez. Vidal, entonces, cerró la causa.
Ahora, los radicales eligen algunas distinciones discursivas., “No pedimos que se abran las urnas”, dijo Ferrer anoche intentando conciliar las inconsistencias del pasado y el presente. Reconoció que es una expresión “de la jerga política”, pero que no quita que están dispuestos a lograr un escrutinio final lo más cercano a la realidad posible.