A contrapelo de la obstinación de la Casa Rosada, Rogelio Frigerio sí quiere -y necesita- tener su Presupuesto 2025 en Entre Ríos y por eso puso a trabajar la maquinaria del diálogo con el PJ, que es mayoría en el Senado, para consensuar un texto que pueda resultar aprobado antes de fin de año.
Fruto de este diálogo, la cámara alta votaría favorablemente este miércoles el texto aprobado por Diputados, pero con modificaciones, por lo que el proyecto volvería a la cámara baja. Allí obtendría la sanción antes de que termine el año. La toma de deuda y los fondos para obras en los municipios fueron las piezas de la negociación.
Un tope a la deuda que gestiona Rogelio Frigerio
Uno de los puntos de discordia del Presupuesto enviado por la Casa Gris es la toma de deuda. El peronismo cuestiona que las variables, tomadas del proyecto del presupuesto nacional que nunca trató el Congreso, generan incertidumbre sobre la viabilidad de las proyecciones. En la cámara baja, aunque la bancada del PJ acompañó la votación general, se opuso en particular sobre este asunto.
El acuerdo surgido de la negociación mantiene el permiso al gobierno provincial para tomar deuda en moneda extranjera, pero le impone un límite de 450 mil millones de pesos. Además, especifica que esos fondos serán aplicado a infraestructura vial, portuaria, aeroportuaria, de energía, productiva, turística, hospitalaria, carcelaria, de seguridad, educativa, de innovación tecnológica, de saneamiento, de cultura y recreación, de fortalecimiento de fronteras y de viviendas, "a ejecutarse en el ámbito provincial, conforme proyectos que cuenten con la autorización respectiva, y/o a la adquisición de equipamiento".
El rol de la Liga de Intendentes del PJ
Otra de las claves del acuerdo entre el oficialismo y el PJ en la cámara alta es la creación de un Fondo Fiduciario para Infraestructura municipal, conformado por el 10% del monto total autorizado al Ejecutivo como endeudamiento. En ese sentido, los negociadores consensuaron en la redacción que la distribución de esos recursos deberá prever “equilibrio y ecuanimidad”.
En este acuerdo talló la Liga de Intendentes del PJ que, como contó Letra P, puso en marcha su poder de influencia en la bancada peronista para imponer algunos de sus reclamos en las negociaciones. Además, al cierre de esta nota todavía se entusiasmaban con la incorporación de varias obras que quedaron en el banco de suplentes, sin fondos, del Presupuesto 2025.
El camino del presupuesto
Con estas reescrituras, el texto llegará al recinto del Senado este miércoles en una sesión especial que, a partir del acuerdo trabajado en comisiones, le daría luz verde al Presupuesto 2025. Como la ley de leyes tendrá modificaciones, volverá a ser girada a Diputados. La cámara baja lo sancionaría en la última semana del año.
La buena voluntad se cobra en otros proyectos que deben resolverse y que tienen intereses cruzados en ambos campamentos: la demorada Ley de Fitosanitarios (que también se modificará este miércoles en la sesión especial y será devuelta a Diputados) y la reforma política con Boleta Única de Papel incluida, cuya suerte está atada a la voluntad del peronismo, y que también podría resolverse antes que se arranque la última hoja de este calendario.
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El gobernador Rogelio Frigerio junto al ministro Manuel Troncoso en un encuentro junto al bloque de senadores y senadoras del PJ encabezados por su jefe, Martín Oliva.
La novedad de Rogelio Frigerio: Presupuesto base cero
El presupuesto tradicional, denominado de base incremental, es el más común en todas las administraciones públicas: se toma el presupuesto del año anterior, se le aplica un índice de actualización (la inflación del IPC) y se continúan ejecutando los programas que ya se vienen llevando a cabo. En este caso, el presupuesto base cero discute desde el principio la formulación del proyecto.
El Ejecutivo provincial reanalizó cada uno de los programas vigentes para darle un nuevo perfil a la gestión, explicaron oportunamente en la Casa Gris. Sucede que para la metodología propuesta por Frigerio se exige a cada área empezar su proceso presupuestario desde cero, como si no hubiera existido el presupuesto del año anterior. De este modo, programas que eventualmente no se ejecutaban y el dinero luego se reconducía o, en otros casos, proyectos difíciles de justificar, quedan afuera de la previsión para el año siguiente.