MAR DEL PLATA (Enviado) Con la dirigencia de todo el arco político enfilando para la costa atlántica bonaerense, adonde cada verano se traslada la rosca, el presidente Alberto Fernández se asomó este jueves al año electoral en curso. Lo hizo con un acto minimalista en esta ciudad gobernada por la oposición y en el que estuvo acompañado de un puñado de incondicionales que aún siguen sus pasos, público módico y algunos intendentes peronistas a los que más tarde agasajaría con un almuerzo en la residencia presidencial de Chapadmalal.
El motivo formal del evento fue la puesta en marcha de la Asignación Universal por Hijo (AUH) para niños, niñas y adolescentes sin cuidados parentales. Aunque sin menciones electorales explícitas y con una agenda a contramano de las propuestas vinculadas al turismo y el empleo que suelen mencionarse en esta época del año, su discurso se centró en críticas a la oposición y al sistema judicial. “Vivimos en un país donde los únicos privilegiados son los jueces”, lanzó.
Los únicos tres espacios políticos y sociales que llenaron el predio del Instituto Saturnino Unzué -ubicado a un kilómetro del centro marplatense- y se animaron a corear el nombre a secas del Presidente fueron rápidamente desanimados en dos oportunidades por el mismo Fernández. Ninguno de los intendentes y funcionarios presentes acompañó ese entusiasmo de la militancia del Movimiento Evita, la Unión de Trabajadores y Trabajadoras de la Economía Popular (UTEP) y la agrupación Octubres de Mar del Plata, que se contentaron con agitar sus banderas y tocar el bombo en cada énfasis del discurso.
Sobre el escenario acompañándolo estuvieron el ministro de Obras Públicas, Gabriel Katopodis, su par de Desarrollo Social, Victoria Tolosa Paz, y la titular de ANSES, Fernanda Raverta. A diferencia de Juan Zabaleta y Jorge Ferraresi, quienes dejaron el gabinete nacional para regresar a sus distritos, el de San Martín continúa al lado del Presidente, aunque con vínculo cada vez más aceitado con los popes del PJ bonaerense que encabeza Máximo Kirchner, quienes ya tacharon la chance de la reelección de Fernández.
La platense Tolosa Paz destila ADN albertista. Su relación con el Presidente excede la política y fue él quien la eligió para encabezar la lista de postulantes a la Cámara de Diputados en representación de Buenos Aires. Enrolada en La Cámpora, la presencia de Raverta sobre el escenario responde al cargo que ocupa y a su pertenencia a Mar del Plata, la ciudad que aspira gobernar y por la que ya fue candidata en 2019. Entre los presentes estuvo, claro, el canciller Santiago Cafiero, mano derecha del Presidente.
Una mención aparte merece la presencia del embajador argentino en Brasil, Daniel Scioli, el único que, por sobre Fernández, se llevó la atención de las cámaras y los celulares de militantes y curiosos. Con su paseo por la rambla -este miércoles- y el ya clásico chapuzón en la Bristol, el exgobernador bonaerense muestra de manera cada vez menos disimulada sus aspiraciones de revancha en las urnas: si Fernández no busca la reelección y el peronismo ve en él una síntesis que logre apaciguar las internas, estará disponible.
Sentados en primera fila estuvieron los jefes comunales Juan José Mussi (Berazategui), Andrés Watson (Florencio Varela), Lucas Ghi (Morón), Gustavo Barrera (Villa Gesell), Fernando Moreira (San Martín), Fabián Cagliardi (Berisso) y Gustavo Cocconi (Tapalqué). También estuvo la legisladora Débora Indarte, quien rompió el bloque del Frente de Todos, y su esposo, el dirigente local Rodolfo Iriart.
Críticas
“Aunque algún juez diga lo contrario, nosotros creemos que donde hay una necesidad, hay un derecho. Evita (Duarte) vivió en un país donde los únicos privilegiados eran los niños, hoy vivimos en un país donde los únicos privilegiados son los jueces”, disparó el Presidente en alusión a los dichos del magistrado Carlos Rosenkrantz, quien semanas atrás se había pronunciado en contra de ese paradigma del peronismo.
En esa línea, luego de ofrecer detalles de la ampliación del beneficio, afirmó que está “feliz de gastar plata en hacer justicia social” pese a que existan quienes creen que esa medida constituye únicamente un gasto. “Estamos ampliando derechos”, agregó.