La presidenta del PRO, Patricia Bullrich, se siente más empoderada que nunca dentro de su partido, pero también en Juntos por el Cambio (JxC), por haber sido la primera figura del espacio en salir a denunciar que el Frente de Todos (FdT) haría un "uso político" del intento de magnicidio contra la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner. Sin embargo, sus colegas amarillos -que con el correr de las horas endurecieron sus discursos contra el oficialismo- aclaran que el cambio de postura no se debe a coinciden plenamente con las ideas de la exministra de Seguridad, quien hasta el momento no repudió el atentado.
“Una vez más, todos corrieron detrás nuestro”, se jactó uno de los integrantes del círculo más íntimo de la exministra de Cambiemos. Asimismo, exhibe como un logro interno haber frenado el comunicado que JxC iba a publicar a las pocas horas del ataque contra la expresidenta. Si bien las figuras de la alianza opositora emitieron su repudio, de forma individual, la titular del PRO pretendía introducir en el mensaje unificado una alerta por el uso político del episodio.
En privado, Bullrich asegura que sus socios se plegaron a su postura y pone como ejemplos las declaraciones del ministro de Gobierno porteño, Jorge Macri, que endureció su visión sobre el ataque; y el voto a favor del repudio con lo mínimo indispensable del bloque PRO en la Cámara de Diputados. Como contó Letra P, en los sucesivos llamados que se generaron durante el fin de semana, su visión terminó ganando adeptos con el correr de las horas, al punto que dejaron de recriminarle la falta de repudio al atentado.
Eso no quiere decir que el conjunto del PRO ni JxC coincida plenamente con sus ideas. En el entorno del ministro Macri argumentaron que la retoque a la postura que tomó la Ciudad, 24 horas después del episodio, no estuvo influenciada únicamente por la mirada de presidenta partidaria. “Fue una forma de sentar postura”, afirmaron ante la consulta de Letra P. Como diferencia clave remarcan que sí hubo un repudio porteño, algo que la exfuncionaria nunca llegó a emitir.
Quien también tuvo una mirada diferente fue el otro Macri, Mauricio. De viaje por Ruanda, el fundador del PRO publicó una carta abierta en sus redes sociales, donde acusó al kirchnerismo de "iniciar una cacería de enemigos simbólicos". "Vemos cómo en sus discursos, declaraciones, tweets y manifestaciones públicas captadas por cronistas de la televisión, dirigentes y militantes del oficialismo señalan con furia la supuesta responsabilidad de la prensa en haber incitado al atacante a intentar matar a la vicepresidenta", escribió el expresidente. Al leer esas palabras, hubo quienes consideraron que se había apegado al discurso de Bullrich. “Tomó esa decisión después de ver las declaraciones del ministro (del Interior, Eduardo) De Pedro”, explicó uno de los dirigentes que dialoga de forma constante con Macri.
La preocupación del exmandatario, que regresará al país este miércoles después de casi una semana en África por su rol en la Fundación FIFA, es evitar que los debates dentro del PRO y JxC se sigan filtrando. Los trapitos sucios se lavan en casa. Con la idea de que la interna en la coalición va a radicalizarse aún más, a medida de que avance el calendario electoral 2023, Macri quiere instalar el hábito de conversar puertas adentro todo tema que pueda generar polémica. Como antecedentes figuran la discusión en el bloque del PRO en Diputados del viernes y los dos pactos de Happening que tuvo que firmar el partido, uno por Elisa Carrió y otro por Bullrich.
En contraposición al empoderamiento que siente la exministra, en la Coalición Cívica ya tienen claro que no se moverán ni un centímetro de la postura que marcó su líder. El reproche por el pasado setentista de Bullrich que tiró el legislador Juan Manuel López, caló profundo en el equipo de la exministra de Seguridad. "Es de una generación para la que la violencia es una opción", la justificó por su falta de repudio. Después, pidió disculpas.
Mientras todo esto sucedía, en la Unión Cívica Radical (UCR) el diputado Martín Tetaz, que está dentro del bloque de Evolución, exponía una visión espejo a la de Bullrich. Para sus compañeros de espacio, de acuerdo a lo que pudo reconstruir Letra P, existió un paralelismo entre el economista y la exministra, pero con la diferencia que él repudió el atentado.
En ese contexto, en JxC ya empezaron las conversaciones para realizar una nueva reunión de la Mesa Nacional, una vez que culminen las elecciones municipales de Marcos Juárez, en Córdoba, previstas para este domingo.