"Soy patriota, pero no suicida" escribió Sergio Massa el domingo por la noche a quienes llevan las riendas del Frente Renovador. Para entonces ya se conocía que Silvina Batakis sería la reemplazante de Martín Guzmán y que, al menos por ahora, no habría más cambios en el gabinete. La decisión de Alberto Fernández de cerrarle la tranquera le puso fin a un fin de semana de especulaciones. El tigrense considera que sin la "botonera" de todo el dispositivo económico no tiene sentido ser ministro. La percepción podría cambiar luego de la cena que este lunes por la noche compartieron el jefe del Estado y la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner. A Massa esa comida no lo tomó por sorpresa, pero hasta ahora no consiguió el acuerdo de ambos para liderar un ambicioso cambio de gabinete.
El amague no fue el primero y la repetición de este fin de semana lo dejó lejos del primer piso de la Casa Rosada. Con ese sabor agrio, Massa vuelve este martes a la Cámara baja a conducir una sesión especial, que había sido solicitada por el bloque oficialista, y que tendrá poco rating en los medios de comunicación, donde el tema por estas horas es el inicio de la gestión de Batakis.
La semana pasada era parte de un intento del Frente de Todos para retomar una agenda positiva. Luego de la renuncia de Guzmán al Ministerio de Economía y su reemplazo por Batakis, la sesión será una inevitable caja de resonancia para la oposición. Este lunes por la noche, el interbloque de Juntos por el Cambio se reunió en forma virtual. Sus integrantes resolvieron no dar cuórum para tratar un temario que podría concluir con votaciones casi unánimes, debido a los dictámenes de mayoría de las comisiones intervinientes. En la mayoría de los textos está el gancho de oficialistas y opositores.
La naturaleza de los proyectos y los debates previos a este martes anticipaban una sesión con más coincidencias que discrepancias. Sin embargo, las esquirlas de las turbulencias de este fin de semana impactarán en el recinto, con una posible extensión de su duración hasta la medianoche, pero con 116 bancas de JxC vacías. El pedido de sesión especial fue firmado por el oficialismo, conducido por Germán Martínez, pero también por los interbloques Federal y Provincias Unidas que lideran el bonaerense Alejandro Topo Rodríguez y rionegrino Luis Di Giácomo. Con esa composición esta garantizado el cuórum sin la necesidad de JxC. Sus autoridades parlamentarias decidieron pegar el faltazo en repudio a que no fue incluido en el recinto el tratamiento de la reforma de la Ley de Alquileres, aunque son las mismos que no pudieron reunir las voluntades suficientes para forzar una sesión al respecto.
El rodaje se definirá en la reunión de labor parlamentaria que se realizará antes de la sesión y la presencia de los dos interbloques anticipa que el debate no perderá extensión ni tensiones. Entre los proyectos que serán tratados está el nuevo régimen de promoción de inversiones para la industria automotriz, la nueva ley de biotecnología moderna y nanotecnología, la implementación del Fideicomiso para el Desarrollo Austral para Tierra del Fuego y la creación del área marina protegida “Agujero Azul”, en la Plataforma Continental Argentina.
Los tres puntos cuentan con respaldo oficialista y opositor, pero no podrá apreciarse en su totalidad por la decisión de JxC de no participar de la sesión. Lo mismo sucede con dos textos sanitarios que están demorados desde el año pasado. Uno es la ley que garantiza "el acceso de los pacientes a las prestaciones integrales sobre cuidados paliativos en sus distintas modalidades, en el ámbito público, privado y de la seguridad social y al acompañamiento a sus familias". El otro es la ley de prevención y control de la resistencia a los antimicrobianos.
Con la sesión de este martes Massa demostrará que se quedará al frente de Diputados aunque nadie se anima a asegurar cuanto tiempo. El lunes por la noche, antes de la cena en Olivos, al tigrense se lo vio volver del Senado y dirigirse a su despacho por uno los caminos que comunican a los dos recintos. Después CFK salió del Congreso a la comida con el Presidente. Las fuentes consultadas eligieron el silencio, pero Massa se habría reunido con CFK antes del encuentro que este martes será tema de conversación y debate en la primera y última sesión de julio antes del receso invernal. La prospectiva de trabajo legislativo podría cambiar si Batakis pretende mandar un paquete de leyes al Congreso, pero hasta que eso no ocurra, los tiempos de la Cámara baja se encaminan al letargo de las vacaciones de invierno.