ROSARIO (Corresponsalía Santa Fe) Para solidificar el vínculo que los une, los gobernadores peronistas Juan Schiaretti (Córdoba) y Omar Perotti (Santa Fe) viajarán juntos a Kuwait para suscribir el financiamiento de la construcción de un acueducto biprovincial. La movida les sirve a ambos, además, para profundizar su reclamo de federalismo en detrimento del centrismo porteño
El dúo de gobernadores de la Región Centro estará el 22 de mayo en el país árabe. Allí, firmarán con el Fondo Kuwaití para el desarrollo económico árabe el contrato de préstamo y acuerdo de garantía para el financiamiento por 50 millones de dólares de la primera etapa del Acueducto Interprovincial, una obra de alto impacto que brindará acceso al agua potable al centro oeste santafesino y al este y centro cordobés. Se estima que se verán beneficiadas más de 410 mil personas de 54 localidades.
Como el acuerdo es solo para el inicio de la obra, desde la Casa Gris le señalaron a Letra P que la sociedad del peronismo núcleo seguramente visite a otros fondos para garantizar créditos para el resto de la obra. La agenda, de todos modos, aún está en etapa de armado.
El día de la apertura de sesiones de la Legislatura santafesina, Perotti dijo que la gestión “no solo simboliza la vocación de integración con una provincia hermana y el valor de la región centro, también es la materialización de aquella firma inicial del acuerdo por parte del exgobernador Miguel Lifschitz con Schiaretti”. Es que, en rigor, el socialista fue el primero que avanzó con la búsqueda de financiamiento.
Qué par de pájaros
Pasada la parte más complicada de la pandemia, Perotti y Schiaretti están jugando. A la par del logro de gestión, los gobernadores están moviendo fichas en un contexto nacional de internas e incertidumbres por todos lados.
En ese marco, Perotti ya no respeta tanto al presidente Alberto Fernández y la Casa Rosada y cada vez critica con mayor énfasis al poder central. Con el mantra de “defender los intereses de los santafesinos”, el gobernador se distancia de manera sostenida de Balcarce 50.
A la par, en el marco de la interna del Frente de Todos, juega en línea con otros mandatarios, respeta al jefe de Gabinete Juan Manzur, pero también mantiene un vínculo finísimo con el kirchnerismo, especialmente con la vicepresidenta Cristina Fernández. Como contó Letra P, Perotti tiene en Santa Fe una sociedad política aceitada con el diputado nacional Marcos Cleri, delfín de la expresidenta en la provincia.
Schiaretti, se sabe, no quiere saber nada con aquello que huela kirchnerismo, pero con Perotti tiene una relación más que especial, de años y años. Tienen una mirada y discurso muy similar, cimentado en la potencia del interior, y en especial del centro del país, para generar riqueza.
El cordobés, si bien tiene una limitante física no menor, es persona de consulta de propios y ajenos. Como muestra bastan dos botones. El día que recibió al diputado Facundo Manes recibió una propuesta inesperada de parte del neurólogo, quien le deslizó que estaba dispuesto a acompañarlo como candidato a vicepresidente en una hipotética fórmula nacional.
A la vez, en la cena que reunió a un variopinto elenco de dirigentes, Schiaretti deslumbró y dio una suerte de clase política de 70 minutos que nadie interrumpió. El intendente de Rosario Pablo Javkin, por ejemplo, quedó impactado y dijo que, desde el expresidente Raúl Alfonsín, no conocía un jugador de esa categoría.
A futuro
Así las cosas, Perotti y Schiaretti están ante la oportunidad de vender una gestión trascendente en conjunto. Les servirá hacia dentro de las provincias que gobiernas, pero también hacia afuera, para enviar un claro mensaje político en un escenario muy enrarecido.