El ceo de Bioceres, Federico Trucco, despertó el interés de la dirigencia santafesina para imaginarlo, al menos en un primer boceto, como posible aspirante a la intendencia de la ciudad de Rosario. Quienes están habituados a diseñar candidaturas con anticipación creen que el perfil del empresario outsider y exitoso al frente de una compañía millonaria que agita la biotecnología mundial puede llegar a encajar. Las últimas elecciones han desbordado de postulantes que no provienen de la política tradicional, aupados por el desgaste de la ciudadanía.
En este caso se trata de un modelo híbrido. No se trata solo de un empresario sino que además proviene del mundo científico. Según confiaron a Letra P dos fuentes calificadas, una pata de Juntos por el Cambio (JxC) Santa Fe lo tiene en sus planes. En tanto, el rosarino se ha mostrado en varias oportunidades con dirigentes del peronismo. Trucco no muestra su preferencia política y practica una vieja táctica empresaria: llevarse bien con los oficialismos de turno.
En el entorno del ceo aclararon a Letra P: “Hay un compromiso fuerte con lo que estamos haciendo en Bioceres y está 100% dedicado a generar una transformación en la provincia desde el sector biotecnológico. Apuesta a crear empresas y fortalecer este polo con la actividad privada”.
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Quienes proyectan una candidatura de Trucco encuentran fundamentos en el éxito de su carrera empresarial, sin lugar a dudas un imán electoral. También influyen sus vinculaciones con el poder político y económico de alto nivel. A modo de ejemplo, se codea con empresarios como Hugo Sigman y Gustavo Grobocopatel.
Al mismo tiempo, hay movimientos de Trucco que habilitan un acercamiento. De hecho, en los últimos dos años se abrazó al peronismo. En octubre de 2019 le abrió las puertas de su laboratorio al virtualmente electo Presidente Alberto Fernández tras su triunfo holgado frente a Mauricio Macri en las PASO. Lo acompañó el gobernador santafesino, Omar Perotti, quien ya había ganado las elecciones provinciales, además del actual canciller Santiago Cafiero y el hoy ministro del Interior, Eduardo De Pedro.
“No pienso que del otro lado de lo que hay hoy esté el caos, a pesar de que pueda tener una preferencia por la continuidad (…) Nuestra responsabilidad es acompañar y buscar el lado virtuoso de cada proceso”, dijo en 2019. Del otro lado estaba el peronismo. La continuidad era Macri.
En rigor, puede decirse que tuvo más apoyo de los gobiernos kirchneristas que de Cambiemos. La aprobación de la soja HB4 fue anunciada por la propia Cristina Fernández de Kirchner antes de finalizar su segundo mandato, mientras que la gestión macrista nunca concretó la aprobación local. Ahora el ministro de Agricultura de la Nación, Julián Domínguez, defiende el HB4 ante el lobby empresarial.
Trucco lo dejó en claro en una nota de Apertura: "Yo tenía ciertos preconceptos respecto del kirchnerismo, que a medida que nos fuimos acercando y necesitábamos distintos niveles de apoyo, vimos más convicción que en aquellos espacios políticos donde nosotros nos sentíamos inicialmente más contenidos”. Perotti armó una alianza y refrendó el vínculo con un fondo público-privado para impulsar empresas y proyectos agtech.
Por definición, el crecimiento de la empresa biotecnológica está cruzado por las voluntades de la política. Para su comercialización, los proyectos deben ser aprobados por los gobiernos, algo que genera un lobby intenso entre operadores políticos, funcionarios y cámaras empresarias. El caso más claro fue el del trigo transgénico HB4, resistente a la sequía, que terminó siendo aprobado por Brasil hace pocos meses, más allá de la resistencia de todo el sector molinero y cerealero.
Según supo Letra P, el embajador argentino en aquel país, Daniel Scioli, recibió a Trucco en Brasilia para realizar algunas reuniones por la regulación del trigo que terminó siendo aprobada. Luego, el exgobernador bonaerense por el peronismo visitó la planta de Bioceres en Rosario.
La imagen en abril de 2021 del logotipo Bioceres en la pantalla de la bolsa de valores neoyorquina Nasdaq, dándole la bienvenida a la cotización, fue un punto de inflexión en el crecimiento económico de la firma, que no paró de facturar ni en pandemia. Sin embargo, la política ya le había puesto los ojos encima. Nunca militó en ningún espacio y, como se señaló, trata de mostrarse transversal, pero tiene una línea de conexión con el arte de lo posible. “En la ciencia lo más importante es capitalizar los fracasos”, dice Trucco. Curiosamente, en la política también.
El conocimiento de Trucco en la ciudadanía es muy bajo. Su perfil también lo es. “Eso se trabaja, el tema es convencerlo”, confía un viejo operador santafesino. La pregunta que surge es si el ceo dejaría la conducción de una firma próxima a ser un unicornio, a la que le sobran hitos en la biotecnología, para proponerse gobernar Rosario, una ciudad atravesada por la problemática del narcotráfico y la inseguridad. La respuesta parece obvia, pero la historia arrima el recuerdo de Macri, acerca de las comodidades del empresariado y el salto a la política.