El clima en la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires de este jueves será particular: el oficialismo, la oposición y los gremios docentes prometen una jornada caliente en torno al debate de la reforma del estatuto docente. La discusión tendrá su correlato en las inmediaciones del Parlamento, con los sindicatos manifestando su rechazo al proyecto.
El espíritu de la iniciativa, que redactó la diputada de la UCR Manuela Thourte y que cuenta con el aval del bloque que responde a Horacio Rodríguez Larreta, pasa por generar incentivos para el progreso de la carrera de los maestros, atendiendo no solo la antigüedad del trabajador de la educación sino también su capacitación.
El texto valora la formación continua de los maestros que “permita el acceso a funciones diferenciadas con el objetivo de mejorar la práctica a través de diversos incentivos que incluyan formación específica, posibilidad de desempeñarse en funciones vinculadas al aula y reconocimiento salarial específico”.
El oficialismo le puso el cuerpo a la discusión y, en marzo pasado, la ministra de Educación, Soledad Acuña, aterrizó en la comisión educativa del Parlamento para hablar de las bondades de la reforma que creará dos nuevas figuras: el maestro especialista y el coordinador de trayectorias, a las cuales se va a acceder por "capacitación y concurso".
A su vez, el proyecto tiene como meta la oficialización de un sistema de incentivos salariales para los trabajadores que concurran a las capacitaciones para evitar, de acuerdo a la ministra, que la formación docente "quede librada a la voluntad personal". Acuña no dejó pasar la chance de destacar que en la actualidad, para crecer salarialmente, los docentes deben salir del aula y pasar a desempeñarse en cargos directivos, lo que "a muchos eso no les gusta o no tienen la capacidad ni la personalidad", destacó a la funcionaria.
Hay un artículo que no deja de generar ruido en algunos de los sectores involucrados en la discusión, que es el N° 29, que consagra la titularización docente del nivel medio con fecha de corte el 31 de marzo del 2020. Para Ademys, el criterio de corte fue acordado entre algunos sindicatos y el gobierno “a espaldas de la comunidad”, y además excluye de la titularización a todos los otros niveles y programas que la reclaman.
María Bielli, legisladora del Frente de Todos, escribió en sus redes sociales: "El 80 y el 90% de los y las docentes son interinxs. La decisión de no titularizarlxs impacta directamente en su funcionamiento institucional ya que impide cubrir cargos directivos”. Otro sector educativo perjudicado por esta redacción son los maestros de inicial y primaria de las Escuelas Normales Superiores, los trabajadores de programas socioeducativos y aquellos profesionales que integran los Equipos de Promoción de Vínculos Saludables, Orientación Escolar y de Asistencia Socioeducativa, entre otros. Todos quedan afuera de la titularización.
Alejandra Barry, legisladora del Frente de Izquierda, anticipó ante Letra P que su bloque rechazará el proyecto porque representa un “ataque a la educación pública”. De hecho, su espacio presentó una propuesta de minoría para que se archive la propuesta oficial y se trate la titularización de los docentes en todos los niveles.
“En esta reforma quedan afuera los docentes de institutos terciarios. Es inconsulta y tiene el rechazo de la comunidad educativa. Se van a crear cargos para que los docentes reciban distintos sueldos en base a la formación: partiendo del precepto que indica que en este momento los docentes no se forman”, cuestionó la diputada.
Y agregó que la formación será “extra laboral”. En consecuencia, expresó Barry, “los docentes que tengan tres cargos para llegar a fin de mes estarán en peores condiciones para cumplir con esa formación. Consideramos desde el FIT que es clave la formación pero esta debe ser en horario laboral, cobrando un salario igual que la canasta familiar”. Las críticas a Acuña aparecen en el radar de Barry ya que apuntó: “Ella habla del mérito y pregunto ¿qué mérito tiene una ministra que no garantiza las vacantes?”
Para el sector del oficialismo pintado de amarillo, los cuestionamientos no forman parte de la preocupación y confían que el proyecto se sancionará sin problemas, con los 32 votos que hoy pueden reunir entre propios y aliados. “Va a haber tole tole pero se aprueba, estamos todos”, indicó uno de los diputados. Sin embargo, con el correr de las horas, comenzó a correr la versión de que los dos legisladores que responden a Ricardo López Murphy, que forman parte de Republicanos Unidos, votarán en contra de la titularización estipulada en el polémico artículo.