El radicalismo rosarino se encamina a atravesar unas elecciones internas en paz y unidad. Replicar el esquema actual de reparto de cargos entre las tres líneas y acompañar la idea que se da a nivel provincial de evitar fuego amigo y acordar buscando consensos entre las partes son las premisas. A horas del cierre de listas que rige este viernes, quedaba tiempo para algunas reuniones para pulir detalles. Las elecciones, en tanto, serán el 10 de abril.
“No queremos forzar cosas que puedan generar ruidos, por eso estamos dispuestos a ceder en ciertas situaciones”, le explicó a Letra P una fuente radical, ilustrando el clima en que se dan las negociaciones en el departamento Rosario. Si bien está casi todo cerrado, todos los sectores prefieren ser cautos y advierten que siempre puede aparecer alguna cuestión menor por negociar o cerrar.
El rompecabezas del radicalismo rosarino tiene tres grandes piezas que encaminan a encastrarse sin ningún inconveniente. Por un lado está Sumemos, el espacio que lidera María Eugenia Schmuck, actual presidenta del Concejo. El sector, que integra el Frente Progresista, se quedaría con la presidencia departamental.
Por otra parte, el Movimiento de Acción Radical (MAR), que tiene a Julián Galdeano como la figura más importante, tomará la delegación departamental. La otra pieza es NEO-Evolución del diputado provincial Maximiliano Pullaro, que tiene como referencia local a la excandidata al Concejo, Anahí Schibelbein. Ambas líneas forman parte de la coalición de Juntos por el Cambio (JxC).
El reparto de las 13 sillas de convencionales de Rosario sería de una manera “equitativa” entre los espacios. Aunque la rosca sigue, este es el borrador: seis para el MAR, cuatro para el NEO y tres para Sumemos. La distribución tiene una lógica que excede al departamento del sur de la bota, ya que también se negoció en función de lo que ocurrirá a nivel provincial.
Otro punto importante es lo que sucederá con la Mesa del Comité Departamental. En principio se ampliaría y de los 14 lugares cinco irían para Sumemos, cinco para el MAR y cuatro para el NEO. “Los tres sectores estamos haciendo los esfuerzos para evitar chispazos y acordar la unidad”, contó una boina blanca a Letra P.
En el MAR y el NEO ven esta unión como una proyección para 2023, considerado “el objetivo mayor para que el radicalismo gobierne”. Pero en Sumemos, si bien auguran por la unidad y la valorizan, le bajan el precio a la mirada hacia las próximas elecciones. Argumentan que es factible ir buscando consensos pero no hay que apresurarse en la toma de decisiones.