Las empresas alimenticias y las textiles fueron las primeras en recibir invitaciones para negociar acuerdos de precios voluntarios, que permitan evitar una nueva disparada de precios en el último trimestre del año. En el equipo económico que lidera Sergio Massa quedó descartado, al menos por el momento, el plan de congelamiento compulsivo, pero tampoco apuestan solo a las charlas "voluntariosas" para esquivar la inercia inflacionaria. Con números en mano, funcionarios de la Secretaría de Comercio, y de otras áreas que tienen conocimientos de la estructura de costos de las fábricas y del mundo del retail, buscan establecer parámetros estables para desanclar expectativas futuras.
Fuentes del team massista negaron ante Letra P que avance un plan para congelar los precios, aunque admitieron que tampoco apelarán a la "buena voluntad" de las empresas. En definitiva, Massa buscará una alternativa media entre las "libertades" que daba el exministro Martín Guzmán, con los "aprietes" que aplicaba el exsecretario de Comercio Interior Roberto Feletti, que representaba la visión de Cristina Fernández de Kirchner. Para el actual titular de Hacienda, los acuerdos por sectores le generarán una estabilidad en el tiempo a la baja del índice inflacionario.
Sin embargo, las mismas fuentes confirmaron que las remarcaciones "por si acaso" que se empezaron a registrar ante los meros trascendidos que daban por cierta una fijación oficial de precios tendrán efecto negativo en el IPC de octubre. "Ese rumor nos perjudica, porque no está en carpeta una medida por el estilo, sino el acuerdo en cada uno de los sectores en donde se verifiquen subas desproporcionadas", se lamentó un integrante del equipo económico, que mostró preocupación por el daño al Plan Massa por las versiones que anticipaban un congelamiento salidas del propio oficialismo.
Fuentes empresarias confiaron a Letra P que funcionarios del gobierno nacional comenzaron a pedirles a las fábricas textiles y alimenticias un plan para sostener, durante dos meses, los precios de sus productos, con el objetivo de ponerle tope a las remarcaciones. Justamente ambos sectores son los que crecieron, de manera sostenida, en el IPC y pusieron a la inflación al borde de los tres dígitos para el cierre del 2022. Por el momento, se tratan de "negociaciones", aunque en Economía esperan respuestas ágiles, según dejaron trascender.
Un integrante de la mesa chica de la Unión Industrial Argentina (UIA) admitió, ante este medio, que "algunas empresas empezaron a sentir una suerte de apriete para que sostengan sus precios por un par de meses". De no adherirse a la propuesta oficial, Massa utilizaría la llave de las importaciones como manera de inundar el mercado con ropa y alimentos que compitan con la producción nacional a bajo costo. Así, utilizaría la misma herramienta que amenazó gatillar para defender al empresariado de la cadena automotriz, ante el parate gremial por el reciente conflicto del sector neumático, pero en este caso para ponerle límites a las remarcaciones en góndola.
En el medio de los rumores de congelamiento compulsivo de los precios, con la inclusión de un etiquetado con el valor recomendado, desde las empresas admitieron que "empezó a aplicarse un aumento de cobertura" en algunas cadenas de valor, aunque no se descartaba que pudiera extenderse. "Hay muchas fábricas que temen quedar con sus costos desfasados. Mientras que se propone congelar precios por dos meses, a las empresas están llegando listados con aumentos del 10% que tienen que ser trasladados a costos. El temor de una obligación genera más incertidumbre a un mercado que está enrarecido", le dijo a Letra P el dueño de una firma local,
Las empresas temen que exista un atraso en los precios que agregue mayor estrés en la cadena de valor. Por caso, ya se están multiplicando las presentaciones de los envases que se van a incorporar a los planes de acuerdo, con el objetivo de esquivar el congelamiento que deberán cumplir, si es que prospera la idea de ponerle un tope a partir de los acuerdos sectoriales.
Se sabe, igual, que hecha la ley, hecha la trampa. "Desde que existen los acuerdos de precios que las fábricas hacen productos mellizos para poder trasladar los costos actualizados de los productos que no pueden aumentar. Por eso tienen la obligación de un piso de abastecimiento en el programa oficial, y dejan el resto de la oferta para los productos de libre disponibilidad, en donde pueden remarcar. Hay que dejar en claro que los precios están calculados en relación con los costos de producción, que bajo ninguna circunstancia están totalmente dolarizados al blue", aclaró otro empresario consultado por este medio.