El gobernador de Santa Fe Omar Perotti jugó una ficha fuerte en la interna del peronismo y, en el afán de rediseñar su gabinete, corrió de la Casa Gris a cuatro personas, segundas y terceras líneas, que integraban las filas del sector que conduce el exministro de Defensa Agustín Rossi. Esquirlas no tan tibias del enfrentamiento interno del año pasado.
El rafaelino decidió que dos funcionarios del Ministerio de Desarrollo Social y dos funcionarias de la cartera de Trabajo no continúen en sus cargos. La particularidad es que las cuatro pertenecen al espacio de La Corriente de la Militancia, contrincante del rafaelino en las últimas PASO.
Desde el gobierno provincial procuraron bajarle el tono al movimiento, “Esa disputa ya pasó”, le dijo a Letra P un funcionario de primera línea al tanto de los corrimientos. El perottismo filtra que la pelea interna no generó las variantes.
Los funcionarios que deben dejar su cargo son Gustavo Chara y Hugo Burguéz, que se desempeñaban en Desarrollo Social, y Mónica Chazarreta y Fernanda Medina, que tributaban en Trabajo.
Desde el gobierno aseguran que las salidas obedecen a los cambios en segundas y terceras líneas que Perotti craneaba desde hace un tiempo. “El gobernador pidió que haya una evaluación de la gestión al interior de cada ministerio, y si era necesario hacer algunos cambios, que se hagan”, explicó una pata del elenco ministerial.
En Desarrollo Social no se reemplazará a los funcionarios salientes. En cambio, se pretende “reforzar otras áreas". A su vez, en Trabajo se planifica en un “rediseño” del área de Empleo y no hay reemplazos definidos. Desde el perottismo hablan de un “replanteo de la gestión” y “rearmar” el gobierno. Según le dijeron a Letra P desde el Ejecutivo, es probable que haya más cambios.
La medida cayó con un baldazo de agua frías en las filas de La Corriente. Quienes responden a Rossi interpretan que es parte de un castigo por haber enfrentado al gobernador en la interna que se celebró en 2019. “Rompen el peronismo”, confió a Letra P una persona cercana a Rossi.
Con las cuatro salidas recientes, el rossismo casi que quedó sin dirigentes dentro de la Casa Gris. A mediados de diciembre, Juan González Utges abandonó el Ministerio de Trabajo, mientras que unos días después Roberto Sukerman le dejó Gobierno a la exasesora del gobernador Celia Arena. Ahora, solo quedan segundas líneas en Cultura y poco más.
El único rossista que salió a hablar fue el jefe del bloque PJ en Diputados, Leandro Busatto, quien remarcó: “La unidad no significa que todos pensemos igual”, al tanto que requirió “más apertura”. Para Busatto, el objetivo del perottismo es cerrar filas con la propia tropa y algunos aliados y dejar afuera a los “críticos” de la gestión.
El movimiento también coincide con el rumor concreto de un regreso de Rossi al gabinete nacional. El Chivo está en “permanente contacto” con el presidente Alberto Fernández y está más que interesado en volver a la Casa Rosada ¿Cómo rebotará su posible reingreso en Santa Fe?, es una pregunta que se impone. Por lo pronto, Perotti le corrió cuatro personas de su riñón.