Diez días antes del cierre de listas, el Movimiento Evita y Barrios de Pie terminarán de zurcir su fusión con un acto de unidad y levantarán al subsecretario de Políticas de Integración y Formación de la Secretaría de Economía Social, Daniel Menéndez, como el candidato del espacio que aspiran a colar en la boleta para Diputados del Frente de Todos por la provincia de Buenos Aires.
“Avanza la unidad” es la consigna con la que el Evita y Barrios de Pie se reunirán el miércoles 14 en un teatro porteño para dar una señal de acción conjunta en el tramo final de la discusión por las candidaturas en el oficialismo. Aunque en la práctica ya actúan de manera coordinada, los movimientos difundirán ese día un comunicado para explicar las razones de su unión, que les dará más volumen en la interna del Frente de Todos a la hora de sentarse a disputar poder con otros espacios que tienen una dinámica y una articulación propia, como La Cámpora o el Frente Renovador. Según indicó a Letra P un dirigente de primera línea de una de las organizaciones, el proceso llevará “entre seis meses y un año”.
En 2019, los movimientos sociales habían conseguido un solo lugar en la lista de los considerados en la jerga como “entrables”, es decir, con posibilidades reales de asumir la banca, considerando la cantidad de escaños que podía obtener el espacio según el porcentaje de votos obtenidos. Ese lugar fue, en ese entonces, para Leonardo Grosso, dirigente del Movimiento Evita que ya tenía una larga trayectoria en la Cámara baja y se quedó con el tercer lugar de la boleta.
Grosso fue tercero en la nómina para Diputados detrás del tercer socio de la coalición, Sergio Massa, y de Luana Volnovich, de La Cámpora. Mucho más abajo, a partir del número 21, se ubicaron los otros nombres de los movimientos. Barrios de Pie logró ubicar en ese pelotón, en el puesto 22, a Natalia Souto, que no pudo ingresar a la Cámara.
Ahora, el Evita y Barrios de Pie pelean por repetir el esquema con un lugar asegurado, como el de Grosso, esta vez para Menéndez, y otro con expectativas de ingreso. Aspiran a que Menéndez se ubique sexto en la boleta. En el oficialismo entienden que en esta elección conseguirán un piso de 15 bancas, que podría estirarse a 18 si el escenario se polariza mucho con Juntos por el Cambio y no hay terceras fuerzas en la discusión. La puja se hará más ardua en las listas provinciales y municipales. Como publicó Letra P, Fernando "Chino" Navarro y Emilio Pérsico, del Evita, ya le pidieron a la Casa Rosada un lugar para el concejal rosarino Eduardo Toniolli en la lista de Santa Fe.
La proclamación de Menéndez, coordinador nacional de Barrios de pie, como candidato aupado por el Evita será la primera muestra de la fusión. Además, el Evita buscará sumar a su armado a otras organizaciones más pequeñas. Todo se anunciará el 14, en el acto que protagonizarán los movimientos y que se celebrará posiblemente en el teatro ND Ateneo, propiedad de José “Pepe” Albistur. El Evita y Barrios de Pie le extenderán la invitación a Alberto Fernández para que participe de manera presencial o virtual de lo que, entienden, será el anuncio de “la fuerza que sostiene” al Presidente en el territorio. En la Casa Rosada todavía no confirman su presencia.
En paralelo a la discusión por los lugares en las listas –además de los espacios que los movimientos ya ganaron en el gabinete nacional– en el oficialismo ya se cocina un debate interno que podría agudizarse en la pospandemia, y que tiene que ver con el destino de los planes sociales.
La discusión lleva años y es motivo de tensión entre los movimientos y organizaciones como La Cámpora, que plantea hacia adentro que hay que orientar los recursos hacia la generación de empleo genuino y reconvertir los planes hasta ir agotándolos. El debate se profundizará una vez que se consolide el crecimiento económico que la Casa Rosada proyecta.
La vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner ya marcó el punto en privado en varias oportunidades. “Los planes están agotados. Hay que reconvertirlos en planes de empleo”, dicen en el entorno de la vice. Y acusan a las organizaciones sociales de impedir el cambio para mantener su poder. En el mismo sentido que CFK se pronunció Massa. "El plan social es la emergencia. Lo permanente y digno es el trabajo. Tenemos que hacerlo por Ley, para obligar al Estado a recorrer ese camino", afirmó este lunes durante una recorrida por una pyme de Pilar.
Desde las organizaciones sociales remarcan que su rol fue crucial durante la pandemia y que su trabajo en los barrios más humildes fue lo que ayudó a mantener la paz social, en particular en el conurbano bonaerense, donde se previa un estallido social. Esa será la carta que harán valer a la hora de sentarse a negociar como un actor central en el Frente de Todos, que a su vez actúa como sostén territorial del Presidente, como un balance frente al poder de La Cámpora.